Bariloche: más cuestionamientos al balance 2004

El asesor letrado de la comuna barilochense, Federico Lutz, alertó que el ejercicio 2004 sigue conteniendo puntos no muy claros y volvería al Tribunal de Cuentas para su revisión.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El balance municipal 2004 sigue acumulando cuestionamientos por las omisiones y falencias que contiene, lo cual podría desembocar en su rechazo liso y llano por parte del Concejo Municipal.

El asesor letrado de ese cuerpo, Federico Lutz, emitió un severo dictamen sobre la rendición de cuentas elaborada por el Ejecutivo municipal en relación con el ejercicio contable que sigue sin aprobarse y que iría en camino a seguir sin tratarse en el recinto de los concejales.

Los ediles no se pronunciaron todavía, pero es probable que opten por devolver el balance al Tribunal de Cuentas para que revise su propio dictamen.

El TdeC analizó durante más de un año el balance 2004, detectó errores y vacíos, pidió una reformulación al Ejecutivo, y finalmente emitió en mayo pasado un pronunciamiento de «abstención» sobre la rendición contable.

En opinión de Lutz, ese escrito que fue remitió al Deliberante para que decida en definitiva,»no conforma el mandato legalmente impuesto por la ordenanza 669/91 ni satisface el criterio general de derecho».

Señaló el letrado que la abstención «resulta un posicionamiento abstracto y no querido por el buen orden normativo». Indicó que un dictamen como el del TdeC «genera un manto de dudas sobre el modo en que fue hecha la cuenta pública» y en la práctica «es un sinónimo del no pronunciamiento».

Al momento de asumir esa postura, los miembros del Tribunal de Cuentas señalaron que su revisión estuvo limitada por la falta de arqueos y conciliaciones bancarias, lo cual les impidió obtener «evidencias válidas y suficientes» sobre los saldos de Caja y Bancos.

 

Pautas sin cumplir

 

También observaron que en el ejercicio municipal 2004 «no se han cumplido en su totalidad las pautas presupuestarias» y apuntaron especialmente sobre la gruesa sobreestimación de ciertas partidas como la tasa de casinos, moratoria, estacionamiento medido y tasa de patógenos.

Asimismo, el TdeC había referido en su dictamen que el rubro «Bienes de uso» en el balance 2004 prescinde de las amortizaciones y «no logra reflejar la realidad económica municipal».

Tal como ya lo habían expresado varios concejales, el dictamen de Lutz objetó la prescidencia esgrimida el órgano de contralor. Y dio a entender que le resulta incomprensible por qué tras anotar tantas observaciones, el contralor no dictaminó por el rechazo.

«No es adecuado par un normal orden legal y republicano que la existencia de un órgano de control externo municipal deje vacíos tales que con el devenir del tiempo, el trato de la cosa pública quede restringuido al giro propio de la actividad política, privando a la ciudadanía de una opinión técnica sobre los resultados generales de la administración pública», amonestó el asesor letrado.

El abogado del Concejo subrayó también que la aprobación de un balance «no es un mero trámite administrativo» sino una obligación derivada de «la debida publicidad de los actos de gobierno».

El presidente del Deliberante, Marcelo Cascón, consideró que a partir del extenso y riguroso análisis de Lutz correspondería que los ediles rechacen el balance y pidan nueva opinión al Tribunal de Cuentas.

Por otra parte, recordó que los balances anteriores (desde 1999 a 2003) fueron aprobados por el Concejo a condición de que el 2004 actualizara las conciliaciones de cuentas que hasta allí no existían.

Según Cascón, si el Ejecutivo no consigue completar lo que falta y corregir las omisiones, el balance «de ningún modo será aprobado» y podría terminar en un pedido de investigación a la justicia penal.


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