El sueño de Roca no pudo con la experiencia de Logaritmo

ROSARIO (Jorge Suárez, enviado especial).- La mayor experiencia y un ordenado juego colectivo fueron las armas que utilizó Logaritmo para derrotar Roca RC, por 49 a 22, en el encuentro correspondiente a los octavos de final del Torneo del Interior de rugby. Con esta victoria los rosarinos clasificaron para el campeonato Nacional de Clubes.

Buena imagen dejó el quince rojo a pesar de la diferencia en el marcador. En la primera parte fueron los rionegrinos quienes tuvieron la iniciativa. Con un criterioso trabajo de sus delanteros, especialmente la tercera línea, se llevaron al dueño de casa por delante y mantuvieron el juego dentro de las '22'.

Eso le permitió ponerse en ventaja mediante un penal de Vasiluk y seguir jugando con más tranquilidad. Lo hizo hasta los 15 minutos y ese lapso pudo haber marcado un par de puntos más, pero dejó pasar su oportunidad y permitió que Logaritmo encontrara el ritmo de juego y sacar provechos de sus errores.

A los 17, con Roca en pleno ataque, llegó el try local. Fue a la salida de un ruck donde los hombres de Cide no reaccionaron ante una jugada del medio scrum Javier Docampo habilitara a Francesio, quien con una veloz rompió el cerco defensivo y apoyó sin marcas.

A partir de allí cambió todo. El local recuperó su tranquilidad y comenzó a demostrar, con poco, que está en un nivel superior. Y eso se notó en lo colectivo, donde los matemáticos sacaron a relucir concentración y variantes en ofensiva.

Roca apeló a todo su amor propio, defendió cada pelota como si fuera la única y esa presión lo obligó a estar siempre a la defensiva y lo dejó sin poder demostrar que también es un equipo interesante.

Los rosarinos comenzaron hacer estragos y para ello encontró en el scrum su mejor arma para lanzarse al ataque. No sólo ganó esa formación cuando ingresaba la pelota, sino cuando estaba en poder de los rojos.

Asi con el campo a su disposición y Roca lejos de las marcas llegaron dos tries consecutivos en la primera parte.

En el complemento se esperaba la reacción roquense, ya que su rival era muy prolijo, pero no superior. No mejoró en las formaciones y comenzó a ser presa fácil de los dueños de casa. El local llegó repetidas veces al ingoal rival, en todos los casos tras gruesos errores de la visita.

Logaritmo tuvo la virtud de jugar más ordenado y aprovechó las ventajas.

A los 15 los rosarinos tenían definido el partido y en eso tuvo mucho que ver el accionar de los forwards, donde lució de gran manera Sebastián Azagra, quien distribuyó el juego para sus dinámicos delanteros, un problema para los roquenses.

Roca no bajó los brazos y cuando tuvo la oportunidad de jugar colectivamente se llevó por delante a su rival y en la última parte del partido consiguió dos tries, ambos de Gustavo Piergentili, la figura del equipo, para terminar más dignamente su presentación en Rosario y en la cual había depositado grandes esperanzas.

«Ellos tienen una gran dinámica»

A la hora del análisis, Franco Bonachi, el tercera línea de Roca RC, reconoció que «fue muy duro. Ellos tienen un gran dinámica. Cada vez que lanzan uno al ataque enseguida hay otro apoyando la acción para replicar en segunda fase. Por eso no costó tanto regular la marca y ellos lo aprovecharon muy bien, especialmente en las formaciones móviles».

· Mayor experiencia: «Realmente ahora nos damos cuenta de que la experiencia vale mucho. Ellos están muy acostumbrados a jugar en un nivel que es superior al nuestro. Eso se notó en los momentos claves del partido, cuando resolvían situaciones con mayor claridad que las nuestras. Además, cuando nosotros nos equivocábamos ellos estaban en la jugada y sacaban provecho enseguida. Pero de todas maneras estoy conforme con el equipo». (Oscar Gadañoto).

· Muy crítico: «No estoy conforme con el rendimiento del equipo, si estoy feliz por el triunfo y la clasificación. Los muchachos no jugaron bien, tuvieron muchos altibajos, pero también quiero rescatar la actitud de Roca, creo que ellos fueron los que provocaron que mis jugadores no tuvieran una buena tarde». (Luis Baggiolini, entrenador del Logaritmo).