Violadores: libro para polemizar

“El delincuente sexual es siempre, sin excepción, serial y tiene cuanto menos una alteración patológica en un aspecto de su personalidad, por cuanto no se adapta –ni tiene posibilidad alguna de hacerlo– a la vida en sociedad”. Sobre ese eje, el doctor Alejandro Bevaqua (especialista en medicina legal, con 15 años de experiencia en el ámbito del Servicio Penitenciario Bonaerense y actual funcionario del Patronato de Liberados de esa provincia) escribió su libro “Delitos contra la integridad sexual. Perspectiva médico local, diagnóstico y tratamiento”, de Editora Scotti. Consciente de cuán polémicas pueden resultar sus opiniones, el autor analiza el abordaje judicial de los delitos contra la integridad sexual y el rol que considera “menospreciado” de los médicos y psiquiatras forenses en el proceso de investigación. Contra “el garantismo más feroz de los derechos del criminal”, Bevaqua sostiene que el encierro permanente del delincuente sexual es el único camino posible para impedir su reincidencia. Ya sean inimputables o no, su propuesta se dirige sin eufemismos a la “amputación (del violador) como un miembro engangrenado del cuerpo social”, considerando inútiles el encierro temporal o medidas como la castración. Desde su experiencia en el trabajo penitenciario cuestiona también la distribución de recursos –humanos y económicos– en las cárceles y destaca “las murallas de simulación tras las cuales intenta protegerse” todo abusador. Un breve abordaje sobre victimología y su posicionamiento a favor del aborto en hospitales públicos para casos de embarazos producto de violaciones cierran el bloque central de este libro, que se complementa con una compilación de artículos de opinión publicados por Bevaqua en el diario “La Nueva Provincia”, de Bahía Blanca.