Cutral Co y Plaza Huincul: Llegó el motor que permitirá mejorar el servicio de agua potable

Una pieza fundamental -el motor– para el armado del tercer equipo de bombeo en el acueducto que está en el río Neuquén y que trae el líquido potable para los habitantes de Cutral Co y Plaza Huincul ya arribó. Los municipios hicieron el desembolso de 200 millones de pesos para efectuar la compra y el EPAS realizará el armado de la bomba. De este modo, serán tres los equipos con los que se buscará garantizar la llegada del servicio en la temporada estival, donde suele escasear.

La producción y provisión del agua potable para las poblaciones de Cutral Co y Plaza Huincul fue siempre un servicio muy costoso y dificultoso, teniendo en cuenta que el río Neuquén, donde está uno de los ductos que opera el EPAS, está 35 kilómetros de distancia.

Este miércoles se presentó el motor que será montado al equipo de bombeo y que se sumará a los dos ya existentes en la meseta Buena Esperanza -sobre el río Neuquén- donde se potabiliza el agua y se envía por un caño de 33 kilómetros hasta esta zona.

Los dos municipios desembolsaron un estimado en 200 millones de pesos para la compra del motor como parte de la colaboración con el EPAS y el gobierno provincial, que aportó alrededor de 250 millones de pesos, según un acuerdo firmado entre las partes.

La falta de inversión en el sistema de provisión de agua había sido denunciada en varias oportunidades por los propios trabajadores del organismo provincial. Sostuvieron que solo se podía operar al 30 % de la capacidad de producción de esta planta.

El equipo

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Este nuevo motor impulsará la bomba que reparan los operarios del EPAS, en los talleres de mantenimiento.»Va a permitir que se instale la tercera bomba. Hace muchísimos años que no se contaba con los tres equipos de bombeo en funcionamiento», dijo el presidente del EPAS, Gustavo Hernández, en el acto que se hizo este miércoles, en el río Neuquén.

Refirió que el servicio de provisión de agua para la comarca petrolera es uno de los más complejos y costosos de sostener. «Con los dos sistemas (Buena Esperanza y Lago Barreales) tenemos garantizado el abastecimiento para las localidades», concluyó.

Para ejecutar la maniobra de instalación se necesita maquinaria especializada y se hará por etapas, debido a su complejidad. La nueva bomba -que pesa en total 10 mil kilos, solo seis mil corresponden al motor- tiene una potencia de 1.200 HP y 10 metros de altura.

Una vez en marcha impulsará el agua, a través de un ducto de dos kilómetros de largo que conecta el río con la planta potabilizadora, y que superará un desnivel de 190 metros.De este modo, con las tres bombas instaladas en el muelle de captación (que está en el río) habrá dos en funciones y una como respaldo ante eventuales roturas.

«El Estado debe estar presente», dijo Rolando Figueroa

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El gobernador Rolando Figueroa marcó la importancia de la presencia del Estado en la prestación de los servicios públicos. «Es la misma concepción que tenemos con los intendentes de Cutral Co (Ramón Rioseco) y de Plaza Huincul (Claudio Larraza«, dijo. Sostuvo que la inversión se debe hacer para mejorar la prestación ante el crecimiento poblacional que existe.

Agregó que «muchos piensan así, piensan que el Estado no es necesario, que las empresas públicas no son necesarias y tenemos otra mirada».

A su turno, el jefe comunal cutralquense, insistió en lo difícil que es traer el agua potable a las dos ciudades. «Estaría muy bueno que ilustremos a nuestros vecinos del esfuerzo que se hace, tanto de parte de los trabajadores como de los Estados provincial y municipal para llevar el agua potable. Es un recurso muy escaso, muy difícil y requiere mucho compromiso», destacó.

Finalmente, el intendente Larraza agradeció al personal del EPAS la tarea cotidiana. Destacó que hace más de ocho años que había una bomba, y a veces dos. Con este tercer equipo se podrá «minimizar aun más el riesgo». «Así continuaremos con los filtros y con distintas obras que hemos llevado a cabo. Es nuestra responsabilidad la distribución», concluyó.