Fiesta y reinauguración del jardín 18

César Izza

ROCA.- Con un gran festejo, donde los más chiquitos serán los mayores protagonistas, el jardín 18 de esta ciudad celebrará sus primeros 25 años de vida. Será una “reinauguración”, teniendo en cuenta que el año pasado, en septiembre, la institución sufrió un lamentable incendio. La fiesta será el próximo viernes a las 10, y se invitó a participar a todos los exalumnos que iniciaron su trayectoria escolar en el establecimiento, ubicado en calle Bahía Blanca 2542, del barrio Universitario. La matrícula actual es de 80 alumnos, y están distribuidos en cuatro secciones: de 3 y 4 años en el turno mañana y sala de 4 y 5 años en el turno tarde, explicó la directora, Susana Ayenao. Las clases este año comenzaron en un centro municipal prestado, pero desde agosto la actividad regresó al edificio propio, ya reacondicionado. Según contó la directora, la historia del jardín se remonta a principios de la década del 80 prácticamente, cuando el crecimiento poblacional del sector “trajo como consecuencia la concentración de un relevante número de niños en edad escolar”. Para atender tal necesidad, se creó la Escuela Primaria 290 el 7 de marzo de 1983, pocos meses antes de la entrega del barrio 500 viviendas y Universitario, construido también por el IPPV. En un sector anexo comenzaron a funcionar dos secciones de Jardín de Infantes. Sin embargo, en los años siguientes se fue incrementando la matrícula, a causa de la creación de nuevos barrios en este sector de la ciudad, como las 250 viviendas. Pero recién fue en 1987, detalló Ayenao, el 6 de marzo, cuando se creó el Jardín de Infantes Independiente 18. El jardín siguió funcionando en las dependencias anexas a la Escuela 290, “pero como el edificio está completamente separado de la misma, se iniciaron los trámites ante Arquitectura Escolar para determinar los límites de los patios de las dos instituciones”. En el 2011 se abrió una sala de 3 años en el turno mañana, por primera vez. El 7 de setiembre del año pasado, un incendio se apoderó del jardincito, quedando inutilizable el edificio. Ese año, las clases continuaron dictándose en dos aulas de la adyacente escuela primaria y en el presente ciclo chicos y docentes se acomodaron en las instalaciones del Centro comunitario “Plin Plin” del barrio 250 viviendas. Allí funcionó hasta agosto, cuando se reiniciaron las clases en el jardín de infantes propio. (AR)