“Sana crítica a una obra pública municipal de Roca”

Me quiero referir brevemente a una de las obras públicas emprendidas por el municipio local, a punto de ser finalizada en el centro de Roca: las dársenas instaladas sobre las calles 9 de Julio y 25 de Mayo, destinadas al estacionamiento de las líneas de colectivos urbanos. Lejos de encolumnarme con aquellos que auguran cierto caos en el tránsito de las dos arterias a causa de esas largas plataformas techadas, bajo las cuales transitará muchísima gente durante las horas “pico”, creo que las dos calles son lo suficientemente anchas como para que los colectivos y sus pasajeros se muevan con comodidad, sin mayores riesgos personales y protegidos de la intemperie. Sin embargo, hay un pequeño detalle en la obra (no muy visible a la fecha), que a mi juicio podría (y debería) haber sido obviado. Me refiero concretamente a los símbolos estampados bajo relieve en la parte superior de cada una de las columnas que sostendrán el gran techo de las dársenas, identificando así que la obra ha sido llevada adelante por lo que podríamos identificar como “la administración Soria”. No es mi intención, en este caso, inaugurar una discusión acerca del perfil del gobierno municipal de Carlos o de la actual gestión de Martín. Soy de los que piensan que la ciudad ha mejorado en muchísimos aspectos con estas administraciones, reservándome opinión frente a otras tantas cuestiones que para mi gusto también deberían ser abordadas. Lo que he señalado renglones atrás con referencia al estampado “ad eternum” en una obra pública del símbolo identificatorio de la gestión de gobierno que encaró su ejecución, se me aparece como un innecesario gesto de perpetuación en el tiempo de una construcción encarada con fondos públicos y que por tal razón debiera resguardar el anonimato en su estructura misma. Rescato como algo absolutamente lógico que se propagandicen todas las obras encaradas por el gobierno municipal, tal como se ha hecho con las calles asfaltadas, los puentes o las rotondas, etc., etc., pero nunca dejando en ellas una impronta publicitaria fijada a perpetuidad, ya que si esa mecánica la adoptaran todos y cada uno de los intendentes de turno… bueno, quedaría “adornada” la ciudad con símbolos partidarios de todo tipo. Y no está bien que así sea. Se trate de quien se tratare. La flecha apuntando hacia arriba es todo un símbolo que no quedó reservado sólo al accionar del gobierno municipal de Gral. Roca. Cualquiera que recorra la Ruta 22, por ej., la podrá ver estampada en grandes carteles donde aparece el nombre de Carlos Soria junto con el de Cristina, acompañando aquella intensa campaña integrando fórmula con el actual gobernador provincial o sirviendo de “apoyo logístico” a las pretensiones electorales de candidatos a la intendencia de otras localidades. No es necesario, entonces, que ese mismo símbolo, netamente político y –como he señalado– abiertamente electoral, aparezca como formando parte integral de las obras que inaugure durante su gestión el actual gobierno municipal. Mario Álvarez Roca

Mario Álvarez Roca