Neuquén lleva realizados más de 50 vuelos sanitarios en este año

NEUQUÉN (AN).- En Chos Malal un hombre sufrió un infarto y cuatro horas más tarde fue revascularizado en una clínica de Cipolletti. Un puestero en el centro de la provincia perdió el pulgar de su mano derecha en un accidente, pero tres horas más tarde se lo implantaron en el hospital Castro Rendón. Ambos casos forman parte de los más de 50 vuelos sanitarios que se realizaron desde salud pública de la provincia en lo que va del año. “Estar revascularizando a un paciente que tuvo un infarto en el interior en cuatro horas, era casi utópico hace un tiempo”, aseguró la jefa del departamento de Emergencias Sanitarias del ministerio de Salud neuquino, Luciana Ortíz Luna. Y detalló que el equipo de aeroevacuadores está compuesto por 13 médicos y 14 enfermeros, dado que posee tres equipos diferenciados para pacientes adultos, pediátricos y neonatos, siendo en los últimos dos casos los mismos profesionales que se desempeñan en el hospital Castro Rendón. En los últimos cuatro meses se realizaron cinco vuelos sanitarios por mes de adultos y cuatro pediátricos y de recién nacidos, estándose ya muy cerca de alcanzar el promedio de 60 derivaciones por vuelos sanitarios por año. “Para que todo sea posible hay un sistema que empieza a funcionar desde donde se genera el problema, en el área ruta, en la ruta, y se forma la cadena para que el paciente llegue a destino, donde está todo dispuesto para atenderlo”, aseguró el ministro de Salud, Rubén Butigué. Si bien no todas las patologías permiten a los pacientes ser aeroevacuados, el grueso de los vuelos de adultos corresponden a personas que tuvieron un accidente, y se incrementan en las temporadas turísticas. Mientras que en el caso de los niños la demanda también apunta a problemas relacionados con el parto. Ubicándose en un segundo plano entre los adultos los casos de infarto y de accidentes cerebrovasculares en los que la rapidez de la atención es vital. “En el caso del hombre que se amputó el dedo parece menor, pero se tienen cuatro horas desde que pasa algo así hasta que ya no se puede implantárselo, por eso fue muy bueno lograrlo”, explicó Ortíz Luna. El servicio, que es brindado en el helicóptero Bell 407 y en el avión Learjet, es prestado por médicos y enfermeros que estén acreditados por la Fuerza Aérea. Los vuelos pueden partir de Chos Malal, San Martín de los Andes, Loncopué, Las Lajas y Rincón de los Sauces e incluso de noche se puede despegar desde Neuquén y estar en una hora en Buenos Aires.


NEUQUÉN (AN).- En Chos Malal un hombre sufrió un infarto y cuatro horas más tarde fue revascularizado en una clínica de Cipolletti. Un puestero en el centro de la provincia perdió el pulgar de su mano derecha en un accidente, pero tres horas más tarde se lo implantaron en el hospital Castro Rendón. Ambos casos forman parte de los más de 50 vuelos sanitarios que se realizaron desde salud pública de la provincia en lo que va del año. “Estar revascularizando a un paciente que tuvo un infarto en el interior en cuatro horas, era casi utópico hace un tiempo”, aseguró la jefa del departamento de Emergencias Sanitarias del ministerio de Salud neuquino, Luciana Ortíz Luna. Y detalló que el equipo de aeroevacuadores está compuesto por 13 médicos y 14 enfermeros, dado que posee tres equipos diferenciados para pacientes adultos, pediátricos y neonatos, siendo en los últimos dos casos los mismos profesionales que se desempeñan en el hospital Castro Rendón. En los últimos cuatro meses se realizaron cinco vuelos sanitarios por mes de adultos y cuatro pediátricos y de recién nacidos, estándose ya muy cerca de alcanzar el promedio de 60 derivaciones por vuelos sanitarios por año. “Para que todo sea posible hay un sistema que empieza a funcionar desde donde se genera el problema, en el área ruta, en la ruta, y se forma la cadena para que el paciente llegue a destino, donde está todo dispuesto para atenderlo”, aseguró el ministro de Salud, Rubén Butigué. Si bien no todas las patologías permiten a los pacientes ser aeroevacuados, el grueso de los vuelos de adultos corresponden a personas que tuvieron un accidente, y se incrementan en las temporadas turísticas. Mientras que en el caso de los niños la demanda también apunta a problemas relacionados con el parto. Ubicándose en un segundo plano entre los adultos los casos de infarto y de accidentes cerebrovasculares en los que la rapidez de la atención es vital. “En el caso del hombre que se amputó el dedo parece menor, pero se tienen cuatro horas desde que pasa algo así hasta que ya no se puede implantárselo, por eso fue muy bueno lograrlo”, explicó Ortíz Luna. El servicio, que es brindado en el helicóptero Bell 407 y en el avión Learjet, es prestado por médicos y enfermeros que estén acreditados por la Fuerza Aérea. Los vuelos pueden partir de Chos Malal, San Martín de los Andes, Loncopué, Las Lajas y Rincón de los Sauces e incluso de noche se puede despegar desde Neuquén y estar en una hora en Buenos Aires.

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