Aumentó el boleto pero no se sabe cuándo regirá

NEUQUEN- Desde ayer el aumento del boleto es ley pero no se sabe qué intendente lo autorizará, si el saliente Luis Jalil o el entrante Horacio Quiroga. Esta definición es esencial para saber cuándo comenzará a regir la suba del 13 por ciento.

Los aliancistas avalaron el incremento pero quieren que la gestión actual promulgue la ordenanza por considerar que su deber es atenuar la crisis que puede dejar sin colectivos a Neuquén.

Indalo pidió rescindir el contrato y levantar el servicio como resultado de un aumento prometido por el Ejecutivo, que no pudo dar el uno pasado. Sea en una o en dos semanas que comience a aplicarse, con la escala nueva (ver infograma) una tarjeta prepaga de cinco pesos rendirá un viaje menos a los usuarios en cualquiera de las secciones.

Para viajar al Parque Industrial la misma tarjeta alcanzará para hacer igual número de viajes -cinco- aunque el crédito final que les quedará a los usuarios para completar el valor del boleto pasará de 81 centavos ­casi el valor de un pasaje­ a 15 centavos.

En el ciclo lectivo que pasó, los alumnos de escuelas primarias pagaron una tarjeta de cinco pesos con tarifa subsidiada para hacer 45 viajes en total. Con el nuevo precio, en el 2000 harán siete viajes menos.

Del mismo modo el rendimiento de la tarjeta de los estudiantes secundarios bajará de 29 a 26 viajes. De todos los boletos el monoviaje es el que más salida tiene en los barrios carenciados debido a que producto de la desocupación, son pocos los pobladores que pueden costear las tarjetas prepagas. Por este motivo, su suba impactará más fuerte entre los usuarios habituales del transporte urbano.

Al mes la comercialización ronda en el millón de tarjetas y de esa porción alrededor de 700 mil son monoviajes.

El incremento aprobado cubre únicamente los kilómetros de más recorridos por la empresa Indalo (casi 800 mil respecto de lo establecido en el contrato) y el anteúltimo aumento del gasoil. La suba no contempla el incremento de fin de semana del combustible ni el del impuesto de la patente de rodados.

Cinco votos de la Alianza y 20 minutos en total bastaron para que el aumento quede firme en la sesión especial realizada ayer. El único voto negativo fue del peronista Carlos Makowiecki y las otras cuatro abstenciones partieron de la representación emepenista que quedó en el recinto.

A la sesión dieron quórum pero se retiraron enseguida para que el número de abstenciones no superase los votos positivos, los concejales Aldo Duzdevich (PJ), Luis Scaramella y Carlos Cides (MPN).

La única bancada que fundamentó su posición fue la oficialista de la mano de su presidente Pedro Leotta. Sostuvo que antes de aprobar un aumento debiera definirse la estructura de costos que sirve para definir el precio del pasaje.

Habló sobre variables que inciden sobre la tarifa y que no dependen de la voluntad del gobierno municipal -como son los incrementos en los combustibles- y de la «necesidad» de buscar alternativas para evitar que los usuarios sean las «víctimas» de las fluctuaciones de los costos. Para evitar otras variaciones, sugirió al gobierno entrante congelar los valores de las patentes de rodados a la empresa Indalo a la escala que regía al momento de suscribirse el contrato hace un año.

«Nos parece extemporáneo un aumento» fue la frase que acuñó y que sus pares Román van de Genachte, Rubén Domínguez y Liliana Ortiz hicieron suya.

«¿Hay miembro informante del proyecto que se trata?», fue lo primero que dijo dirigiendo su mirada al frepasista Humberto Zambón. Fue la devolución a «la» pregunta recurrente que hizo el edil cada vez que el MPN presentara iniciativas propias en los cuatro años de gestión.

Los únicos aliancistas presentes -además de Zambón, Alejandro Vidal, Juan Dutto, Carlos Galante y Héctor Fuentes- se miraron y en el intento de salvar la situación, pidieron a la vicepresidencia del cuerpo la lectura del proyecto del aumento del boleto y la resolución del Ejecutivo local que sugirió el porcentaje del 13 por ciento.

En rigor, a excepción del MPN, ningún bloque fundamentó su postura.

Contra lo anunciado, la «barra» donde se sienta el público estuvo vacía, a excepción de dos vecinalistas solitarios que reclamaron la audiencia pública.