De la Rúa espera una convocatoria del presidente

20 AÑOS DE LA DEMOCRACIA

El ex presidente De la Rúa aseguró ayer que lo que hizo al frente del gobierno nacional fue “pensando en el bien del país, mas allá que los resultados no fueran los queridos”, por lo que calificó de “injustos” los ataques recibidos como consecuencia de su abandono anticipado del poder. Se mostró “dispuesto” a acudir a la Casa Rosada, en caso de ser convocado por el presidente Kirchner para dialogar, e incluso elogió la gestión del santacruceño por las “buenas decisiones políticas” que tomó. “Lo único que quiero es que la gente sepa que cuanto hice, lo hice pensando en el bien del país, mas allá que los resultados no fueran los queridos ni por la gente ni por mi”, afirmó De la Rúa. En ese sentido, el ex mandatario atribuyó su caída a “un contexto internacional complejo con una situación interna difícil”. Al ser consultado sobre la gestión de Kirchner en el gobierno, el ex mandatario de la Alianza UCR-Frepaso consideró que “ha tenido un buen ritmo de marcha” así como “buenas decisiones políticas y también con una situación económica compleja”. Si bien De la Rúa señaló que Kirchner nunca lo llamó para dialogar, dejó en claro que “siempre estoy dispuesto a estas cosas” e ironizó: “Imagínese, si voy cuando me llama un juez cómo no voy a ir si me llama el presidente”. “En todo este tiempo hubo muchas mentiras y agravios. Después de muchos años de actuar como senador, jefe de gobierno, y de haber querido lo mejor para el país incluso desde la presidencia, con las dificultades que me tocó afrontar, pienso que ser objeto de ataques de ese tipo era por lo menos injusto”, sentenció. De la Rúa, que sólo pudo cumplir con dos de los cuatro años de mandato, confesó que eso “era un objetivo fundamental” cuando llegó al gobierno, en particular tras la experiencia del también radical Raúl Alfonsín. “Lamentablemente no lo pude cumplir. Renuncié para que no siguiera la violencia, asegurar un mínimo de continuidad institucional y que la mayoría parlamentaria surgida el 14 de octubre pudiera tomar las decisiones para arreglar la situación internacional en el punto de vista económico financiero”, explicó. Recordó que su “prédica ha sido siempre la misma: la unión nacional, creo en el diálogo y en los consensos. Pero no basta la voluntad de uno aunque sea el presidente”. De la Rúa rompió el silencio para dialogar con radio Rivadavia, con motivo de la conmemoración de los 20 años del retorno a la democracia en el país. “Hoy 10 de diciembre saludo al futuro. Saludo a las nuevas administraciones que vienen y a la democracia que con dificultades, alegrías y desesperanzas, mantenemos los argentinos”, dijo. En ese sentido opinó que la democracia “es la garantía de nuestra libertad y el camino por el cual lograremos la demorada justicia social”. (DyN)

Kirchner recurrió a la consigna de Alfonsín

El presidente Néstor Kirchner aseguró anoche que «con la democracia se ha de comer, se ha de educar y hacer crecer un país, y no con otro sistema», aunque consideró que «no hay salidas inmediatas» y que «hay que pasar antes por el purgatorio». En declaraciones al programa «A dos voces», que se emite por TN, el presidente Kirchner recordó una frase del ex mandatario Raúl Alfonsín y señaló que «con la democracia se ha de comer, se ha de educar y hacer crecer un país». «Hay que pasar por el purgatorio, no se puede pasar del infierno al cielo, y nosotros estamos saliendo del infierno. No hay salidas inmediatas, eso es imposible», afirmó el mandatario y criticó a ciertos «sectores que se vuelven demandantes intransigentes». Kirchner instó a «reconstruir al empresariado nacional y a la clase trabajadora» y, entre los desafíos que plantea hoy la democracia, mencionó «la calidad institucional y reforma política», sobre las cuales adelantó que habrá novedades en los próximos días. «Estamos trabajando con mucha profundidad para hacer la democracia mas transparente y cristalina», sostuvo. Consideró luego que “los dirigentes debemos trabajar para construir una democracia, donde el diálogo y el consenso entre políticos no sea sinónimo de componendas poco claras percibidas por la sociedad como instrumentos de impunidad. Si los futuros acuerdos que edifiquemos los dirigentes van a ser herramientas para garantizar intereses de casta, y no los del conjunto, no aprendimos nada de la crisis de 2001”. “Otra tarea de la democracia es reconstruir la clase trabajadora argentina y el empresariado nacional, porque un país sin trabajadores que consuman y sin su propia burguesía no tiene futuro”, concluyó.

“Hoy entregaba la banda…”

Raúl Alfonsín reveló ayer que días antes de la caída del gobierno de la Alianza, le dijo a Fernando De la Rúa que “era imprescindible” la renuncia del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo y aseguró que de haberlo aceptado, el ex presidente “hoy entregaba la banda”. Aseguró que si De la Rúa le hubiera pedido la renuncia a Cavallo “hubiera seguido gobernando”. Días antes del estallido popular que derribó al gobierno de la Alianza, el 20 de diciembre de 2001, Alfonsín, el ex presidente del bloque de diputados radicales, Horacio Pernasetti, y el diputado Raúl Baglini, se entrevistaron con De la Rúa para pedirle la renuncia de Cavallo. (Télam)

Reacciones

Martín Balza (ex jefe del Ejército argentino): “Hoy, a veinte años del regreso de la democracia, veo un Ejército subordinado al poder civil, respetando la Constitución nacional, las instituciones y leyes de la república y los derechos humanos”. El ex jefe del Ejército durante el gobierno de Carlos Menem (1989-99) destacó que “las Fuerzas Armadas, habiendo aprendido la dura lección de la historia, han dejado de ser alternativas del poder político”. Balza fue el primer alto militar que realizó una autocrítica pública por las violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983 la Argentina. Cristina Fernández de Kirchner (primera dama): admitió que vislumbra un futuro “con muchas dificultades” para la Argentina, a raíz del “pozo negro en el que todavía estamos hundido”, y advirtió que de la crisis no se sale con “magia”, sino con mucho trabajo y esfuerzo. La senadora insistió en que “acá no hay magia, hay solamente esfuerzo, trabajo, mucho compromiso en cambiar las cosas y, esencialmente, la voluntad de cumplir con el mandato popular”. “Creo que hay una etapa nueva, diferente, de reconstrucción de las instituciones, de la moral pública y, fundamentalmente, de volver a tener un país con la presencia de dirigentes de los cuales uno pueda sentirse representado y orgulloso”, aseveró. Alberto Fernández (jefe de Gabinete): aseguró que el alto nivel de pobres que existen en el país es “la prueba más evidente de la deuda enorme que tiene la democracia con la gente”. “Espero que en el vigésimo primer año de la democracia la gente empiece a sentir que la democracia y la política le da sentido a sus esfuerzos”, afirmó Fernández, tras participar del acto de asunción del nuevo gabinete porteño. En declaraciones a la prensa, el jefe de Gabinete sostuvo que tanto la democracia como la política “le deben muchas cosas a la gente”. “Un país donde uno de cada dos argentinos es un pobre, es la prueba más evidente de la deuda enorme que tiene la democracia con la gente”, aseveró. Por otra parte, Fernández consideró que la movilización que organizaciones piqueteras realizarán el próximo 20 de diciembre, al cumplirse el segundo aniversario de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, se realizará con tranquilidad. “Estoy seguro que va a ser una jornada tranquila y que va a servir para que reflexionemos todos sobre lo que nunca más debe pasar en la Argentina”, afirmó el jefe de Gabinete, quien recordó que “es una jornada dolorosa” por los muertos que hubo aquella jornada del 2001. Fernández destacó, finalmente, que “los argentinos somos maduros y son maduros también los que protestan y los que reclaman una igualdad social que hoy no existe”. Eduardo Luis Duhalde (secretario de Derechos Humanos): afirmó que “la mayor deuda” de la democracia son las consecuencias sociales de “la política económica aplicada en la década de los 90”, y estimó que “la lucha contra la corrupción y la transparencia deben ser los pilares para el fortalecimiento de este sistema político”. Duhalde llamó a hacer una “reflexión crítica” del funcionamiento del sistema democrático en la Argentina, y como ejercicio ejemplificador, parafraseó a cuatro de los cinco presidentes que gobernaron el país desde el retorno de la democracia en 1983. “En estos 20 años de democracia aprendimos que no necesariamente con la democracia se come, que los políticos nos pueden defraudar, que la fiesta puede terminar en tragedia y que tampoco estamos condenados al éxito”, enfatizó Duhalde. De esta manera, el secretario de Derechos Humanos del gobierno de Néstor Kirchner efectuó una velada crítica a los 20 años de democracia haciendo alusión a las más célebres frases por las que se suele reconocer a los ex presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde. (DyN y Télam)


El ex presidente De la Rúa aseguró ayer que lo que hizo al frente del gobierno nacional fue “pensando en el bien del país, mas allá que los resultados no fueran los queridos”, por lo que calificó de “injustos” los ataques recibidos como consecuencia de su abandono anticipado del poder. Se mostró “dispuesto” a acudir a la Casa Rosada, en caso de ser convocado por el presidente Kirchner para dialogar, e incluso elogió la gestión del santacruceño por las “buenas decisiones políticas” que tomó. “Lo único que quiero es que la gente sepa que cuanto hice, lo hice pensando en el bien del país, mas allá que los resultados no fueran los queridos ni por la gente ni por mi”, afirmó De la Rúa. En ese sentido, el ex mandatario atribuyó su caída a “un contexto internacional complejo con una situación interna difícil”. Al ser consultado sobre la gestión de Kirchner en el gobierno, el ex mandatario de la Alianza UCR-Frepaso consideró que “ha tenido un buen ritmo de marcha” así como “buenas decisiones políticas y también con una situación económica compleja”. Si bien De la Rúa señaló que Kirchner nunca lo llamó para dialogar, dejó en claro que “siempre estoy dispuesto a estas cosas” e ironizó: “Imagínese, si voy cuando me llama un juez cómo no voy a ir si me llama el presidente”. “En todo este tiempo hubo muchas mentiras y agravios. Después de muchos años de actuar como senador, jefe de gobierno, y de haber querido lo mejor para el país incluso desde la presidencia, con las dificultades que me tocó afrontar, pienso que ser objeto de ataques de ese tipo era por lo menos injusto”, sentenció. De la Rúa, que sólo pudo cumplir con dos de los cuatro años de mandato, confesó que eso “era un objetivo fundamental” cuando llegó al gobierno, en particular tras la experiencia del también radical Raúl Alfonsín. “Lamentablemente no lo pude cumplir. Renuncié para que no siguiera la violencia, asegurar un mínimo de continuidad institucional y que la mayoría parlamentaria surgida el 14 de octubre pudiera tomar las decisiones para arreglar la situación internacional en el punto de vista económico financiero”, explicó. Recordó que su “prédica ha sido siempre la misma: la unión nacional, creo en el diálogo y en los consensos. Pero no basta la voluntad de uno aunque sea el presidente”. De la Rúa rompió el silencio para dialogar con radio Rivadavia, con motivo de la conmemoración de los 20 años del retorno a la democracia en el país. “Hoy 10 de diciembre saludo al futuro. Saludo a las nuevas administraciones que vienen y a la democracia que con dificultades, alegrías y desesperanzas, mantenemos los argentinos”, dijo. En ese sentido opinó que la democracia “es la garantía de nuestra libertad y el camino por el cual lograremos la demorada justicia social”. (DyN)

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