Boca llegó a Japón tras larga travesía

YOKOHAMA, Japón (Télam) – El plantel de Boca, que arribó ayer a Japón tras un maratónico viaje de 39 horas, inició su proceso de adaptación al horario local, mientras el director técnico, Carlos Bianchi, no despejó las dudas respecto de la línea de ataque que presentará el domingo ante el poderoso Milan, por la Copa Intercontinental.

Desde el aeropuerto Narita, la delegación argentina se trasladó en ómnibus hacia Yokohama, donde quedó alojada en el hotel Sheraton Bay, situado en la bahía de esa ciudad.

El viaje se complicó mucho debido a que el avión de la empresa brasileña Varig que llevó al plantel «xeneize» a Japón sufrió un desperfecto técnico en la ciudad estadounidense de Los Angeles, donde estuvo varado seis horas.

Ese imponderable determinó que los jugadores viajaran al país asiático en vuelo de una aerolínea malaya y los dirigentes en otra coreana. Una vez que los jugadores llegaron a Tokio y luego del traslado a Yokohama, la orden que impartió el cuerpo técnico liderado por Carlos Bianchi fue que los jugadores debían realizar una caminata.

Posteriormente se retiraron a descansar a la espera del primer entrenamiento en tierra japonesa.

La demora en el vuelo modificó el humor de la delegación y al respecto, el prepa

rador físico, Julio Santella, dijo que «el inconveniente surgido causó un problema, porque los jugadores no llegaron con el tiempo justo para alcanzar una adecuada adaptación, tal cual estaba previsto antes de viajar».

Según trascendió, los futbolistas durmieron poco durante el trayecto y no se pudo cumplir con la adaptación al huso horario japonés, debido, precisamente, al cambio de avión en Los Angeles, situación que no estaba contemplada en la hoja de ruta que se había confeccionado.

Respecto de la formación que saltará al campo de juego del estadio Yokohama Marinos, la incógnita que planteó el técnico Bianchi aún no fue despejada.

El entrenador no decidió aún quien acompañará al brasileño Iarley en la ofensiva, ya que considera que tanto Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez no están en el máximo de su rendimiento futbolístico debido a las lesiones que sufrieron.

Sin embargo el mellizo ya le sacó una leve ventaja a Tevez, pues en Buenos Aires jugó los tres partidos de práctica que realizó el equipo titular, en tanto el «Apache» estuvo en dos cotejos y el último de ellos fue integrando un equipo de suplentes. Tevez sufrió una distensión grado dos del ligamento interno de la rodilla izquierda el 2 de noviembre pasado, cuando fue a trabar una pelota con el defensor de Independiente, Félix Benito, en el cotejo que Boca y los rojos igualaron 0 a 0 por el torneo local.

Desde aquel partido no jugó otro cotejo de carácter oficial y en las última prácticas su rendimiento no fue el que Bianchi esperaba.

Entonces, las dudas del entrenador sólo pasan por decidir si arranca jugando el mellizo o si lo hace Tevez, ya que el resto del equipo está confirmado con Abbondanzieri; Perea, Schiavi, Burdisso y Clemente Rodríguez; Donnet, Cascini, Battaglia y Cagna; Barros Schelotto o Tevez e Iarley, aunque el entrenador recién daría a conocer la formación minutos antes de comenzar el trascendental partido.

Aunque los directivos del club contactaron con la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y estudiaron la posibilidad de pedir la postergación del encuentro, los organizadores japoneses de la Copa dijeron que no recibieron comunicación alguna al respecto.

«Es imposible cambiar la fecha del encuentro, pero nosotros no hemos sido notificados en absoluto sobre esa petición», indicaron portavoces del centro de prensa en Yokohama a los medios que cubren las alternativas de la Intercontinental.

Según la organización, Boca deberá enfrentar hoy no sólo su primer trabajo en Asia sino una rueda de prensa, tras lo cual lo hará su contrincante italiano.

Cansados, pero sin quejas

El cansancio era notorio. Cada uno de los jugadores no podía ocultar la molestia por la demora del vuelo. Así que al llegar a tierra japonesa muy pocos hablaron con la prensa.

Uno de ellos, el volante Raúl Cascini se despachó con una frase que dejó medio mudos a más de uno: «Odio al conjunto italiano».

«Nunca he aprendido a perder», dijo Cascini. «Juego de la misma forma con cada equipo. Me transformo en el campo», añadió.

«En este momento, odio a todo el Milan. Estamos jugando por algo muy importante que quiero ganar, así que he empezado ya a odiarles. Imagino que será igual cuando estemos en Japón», señaló.

A su tiempo, Guillermo Barros Schelotto puntualizó que «estamos bien con un poco de sueño por el viaje, pero ahora sólo queremos recuperarnos y empezar a trabajar mañana (hoy). E lo personal tengo ganas de poder jugar y estar en la final del domingo».

El preparador físico de Boca, Julio Santella, reconoció que a raíz de la demora sufrida en la llegada a Japón, no habrá un «tiempo propicio» para la recuperación, pero aseguró que confía en el plus anímico de los jugadores.

«No es un tiempo demasiado propicio una recuperación total, estamos muy justos, con los días muy contados, pero seguimos apostando al plus de estos jugadores porque sabemos que van a dar más de lo que pueden al momento del partido», dijo Santella.

«Es complicado, pero no nos quejemos, todo es complicado desde la Argentina, pero estamos para hacer lo mejor», agregó el preparador físico «xeneize» a radio Mitre.

Por su parte el médico del plantel, Jorge Batista, reconoció en diálogo con Fox Sports, que la demora en arribar a Japón, «trastocó todos los planes que traíamos desde Buenos Aires, a partir de ahí se cortó todo. Ahora lo único que nos queda es cenar y dormir».

Otro que habló con la prensa fue el arquero Roberto Abbondanzieri y, a pesar de los contratiempo, se mostró con la misma confianza que tenía antes de viajar: «Sabemos que no será fácil, pero estamos confiados en que ganaremos la Copa».