Duplicaron el monto del subsidio a la forestación

NEUQUEN (AN).- La Nación aumentó más del 100% los montos de los subsidios para los programas de forestación y adaptó las normas sanitarias en el tratamiento de la madera a las exigencias de los mercados internacionales. El nuevo esquema ofrece «un horizonte de rentabilidad» al inversor forestal que en el corto y mediano plazo apueste «a cubrir la brecha de siete años que se producirá en el mercado».

El empresario Jorge Bonamino, que representa a Neuquén en la Federación Argentina de la Madera y en el comité asesor de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación en materia forestal, anunció que mediante una resolución del Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria, Senasa, se decidió aumentar el subsidio para programas de forestación de 720 pesos a 1.520 pesos por hectárea en el caso de las salicáceas. Pero en la provincia el inversor «tiene una ventaja adicional», añadió Bonamino, porque el gobierno neuquino «adelantó los montos correspondientes al período 1999-2001 y pagará los de 2002 el año próximo», antes de que la Nación envíe las remesas.

A comienzos de este año, el Estado nacional se comprometió a abonar los subsidios pendientes de los planes impagos desde 1996 que, para los inversores y productores neuquinos, sumaba unos cuatro millones de pesos. Meses después, la cartera productiva de la provincia adelantó parte de ese monto, que posteriormente canceló la secretaría de Agricultura de la Nación.

Bonamino dijo que el aumento del subsidio será retroactivo y comprenderá a los planes este año. El beneficio se paga por única vez y luego se producen dos refuerzos, de 40 pesos por hectárea cada uno, que se utilizan para trabajos de poda. El empresario confió en que ese subsidio también registrará un retoque similar.

Actualmente, los 720 pesos por hectárea se pagan para forestaciones en áreas bajo riego; para zonas de secano es de alrededor de 500

pesos, y en caso de coníferas, el subsidio alcanza los 380 pesos, en todos los casos por hectárea. Bonamino recordó que desde abril de este año comenzaron a discutir en la comisión asesora de la secretaría la necesidad de establecer montos que realmente constituyeran un fomento a la actividad forestal y maderera.

Como complemento de este envión inicial, también se acordó la adecuación de las normas sanitarias a los requerimientos internacionales y en consecuencia se procesará la madera de cajones, pallets y bines de manera de poder entrar a los mercados del Nafta y de la Comunidad Económica Europea.

Bonamino dijo que a comienzos de este mes el Senasa dictó una resolución que permite exportar madera al NAFTA desde enero próximo y a Europa desde abril de 2004. Aunque reconoció que por la época es tarde para llegar en esta temporada -por los plazos del proceso a que debe someterse la madera-, en el corto y mediano plazos el horizonte «se presenta interesante para el inversor».

Calculó que actualmente la venta de tonelada de salicáceas -álamos o sauces- producidas en Neuquén se comercializa a un precio que oscila entre 15 y 16 dólares como piso después de un ciclo de 12 años. Pero «la madera es un bien escaso y en Europa ya se paga a 60 o 70 dólares por tonelada» y por lo tanto, en un futuro «no lejano, los precios locales van a coincidir con los internacionales». Es así que «conviene invertir ahora», dijo.