A balazos en las ruedas frenaron temeraria huida

Con 9 patrulleros persiguieron al hombre que, fuera de sí, conducía un camión por la Ruta 22 entre Cipolletti y Allen.

CIPOLLETTI / ALLEN (AC/AA).- La persecución de un hombre que a gran velocidad manejaba un camión por la Circunvalación cipoleña y la Ruta 22 hacia Allen, generó ayer un caos en todo el sector y puso en peligro a los automovilistas que se desplazaban por esas arterias. De milagro no hubo un solo herido ni daños graves, pese a que llegaron a colocarle una barricada de patrulleros que hubo que desarmar para evitar una tragedia. La loca carrera finalizó dos kilómetros antes de la entrada a Allen, sobre un camino de chacra donde el hombre, absolutamente fuera de sí, debió frenar el Ford 600 que manejaba porque tres de las cubiertas estaban en llanta, producto de los balazos que efectuó la policía en el intento por detenerlo y evitar que terminara en un episodio más grave. Se bajó con un palo y comenzó a agredir a los policías. Fue reducido por la fuerza y trasladado a un centro asistencial, donde lograron tranquilizarlo. Todo empezó cerca de las 13.50 de ayer en una casa de la calle Bolivia al 800 de Cipolleti, donde Adriano Scarpecci, de 48 años, se bajó y comenzó a romper los vidrios con un palo, aparentemente porque un familiar que vivía en el lugar no le respondió un llamado telefónico. No alcanzó a ingresar porque le cerraron la puerta con llave. La policía fue alertada de la situación por una llamada que denunció un accidente de tránsito en la calle París casi Naciones Unidas. Según la comunicación, el camión era perseguido por un auto, aunque este hecho no pudo ser confirmado. A la comisaría 24, que fue la primera unidad que inició la persecución, nadie fue a radicar una denuncia por el supuesto accidente. Mientras los móviles se dirigían hasta el lugar e iniciaban la persecución para poder parar al camión que ya había tomado por Circunvalación hacia la Ruta 22, una nueva llamada pedía la presencia policial en la casa de la calle Bolivia, donde se constató que en ambos hechos estaba involucrado Scarpecci. A 100 kilómetros por hora Durante todo el recorrido, que el hombre realizó zigzagueando y a una velocidad que se estimó en 100 kilómetros por hora, intentaron detenerlo 9 móviles policiales de Cipolletti, Fernández Oro, Allen y de la policía Caminera. De acuerdo con lo que indicaron fuentes policiales cipoleñas, familiares de Scarpercci habrían informado a las autoridades que el hombre padece desequilibrios mentales. El camión se convirtió en una verdadera amenaza para todas las personas que ayer por la tarde circulaban por la 22. Un rápido dispositivo de despeje e interrupción del tránsito que los uniformados montaron sobre la ruta, a la altura de Allen, sirvió para evitar que el camión colisionara contra los demás vehículos. “El conductor del camión estaba dispuesto a todo. Se hizo una barricada con patrulleros para que se detenga pero hubo que retirar los móviles porque iba camino a embestirlos”, señalaron fuentes policiales. Luego de que un patrullero alcanzó al rodado en fuga y disparó contra los neumáticos, el conductor del camión desvió su marcha, a pocos metros del edificio de la Secretaría de Fruticultura. Siguió la huida hacia la calle rural 17, entre las Rutas 22 y Chica, donde finalmente fue detenido.


CIPOLLETTI / ALLEN (AC/AA).- La persecución de un hombre que a gran velocidad manejaba un camión por la Circunvalación cipoleña y la Ruta 22 hacia Allen, generó ayer un caos en todo el sector y puso en peligro a los automovilistas que se desplazaban por esas arterias. De milagro no hubo un solo herido ni daños graves, pese a que llegaron a colocarle una barricada de patrulleros que hubo que desarmar para evitar una tragedia. La loca carrera finalizó dos kilómetros antes de la entrada a Allen, sobre un camino de chacra donde el hombre, absolutamente fuera de sí, debió frenar el Ford 600 que manejaba porque tres de las cubiertas estaban en llanta, producto de los balazos que efectuó la policía en el intento por detenerlo y evitar que terminara en un episodio más grave. Se bajó con un palo y comenzó a agredir a los policías. Fue reducido por la fuerza y trasladado a un centro asistencial, donde lograron tranquilizarlo. Todo empezó cerca de las 13.50 de ayer en una casa de la calle Bolivia al 800 de Cipolleti, donde Adriano Scarpecci, de 48 años, se bajó y comenzó a romper los vidrios con un palo, aparentemente porque un familiar que vivía en el lugar no le respondió un llamado telefónico. No alcanzó a ingresar porque le cerraron la puerta con llave. La policía fue alertada de la situación por una llamada que denunció un accidente de tránsito en la calle París casi Naciones Unidas. Según la comunicación, el camión era perseguido por un auto, aunque este hecho no pudo ser confirmado. A la comisaría 24, que fue la primera unidad que inició la persecución, nadie fue a radicar una denuncia por el supuesto accidente. Mientras los móviles se dirigían hasta el lugar e iniciaban la persecución para poder parar al camión que ya había tomado por Circunvalación hacia la Ruta 22, una nueva llamada pedía la presencia policial en la casa de la calle Bolivia, donde se constató que en ambos hechos estaba involucrado Scarpecci. A 100 kilómetros por hora Durante todo el recorrido, que el hombre realizó zigzagueando y a una velocidad que se estimó en 100 kilómetros por hora, intentaron detenerlo 9 móviles policiales de Cipolletti, Fernández Oro, Allen y de la policía Caminera. De acuerdo con lo que indicaron fuentes policiales cipoleñas, familiares de Scarpercci habrían informado a las autoridades que el hombre padece desequilibrios mentales. El camión se convirtió en una verdadera amenaza para todas las personas que ayer por la tarde circulaban por la 22. Un rápido dispositivo de despeje e interrupción del tránsito que los uniformados montaron sobre la ruta, a la altura de Allen, sirvió para evitar que el camión colisionara contra los demás vehículos. “El conductor del camión estaba dispuesto a todo. Se hizo una barricada con patrulleros para que se detenga pero hubo que retirar los móviles porque iba camino a embestirlos”, señalaron fuentes policiales. Luego de que un patrullero alcanzó al rodado en fuga y disparó contra los neumáticos, el conductor del camión desvió su marcha, a pocos metros del edificio de la Secretaría de Fruticultura. Siguió la huida hacia la calle rural 17, entre las Rutas 22 y Chica, donde finalmente fue detenido.

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