A buscar el equilibrio

Sebastián Busader

sbusader@rionegro.com.ar

La mayor preocupación que despierta el seleccionado es que se habla más “de la buena convivencia del grupo” que de fútbol. Se sabe que los jugadores se llevan bárbaro en el día y que los tiempos de tormentas internas quedaron en el pasado (menos el encono del DT con Grondona y Bilardo), pero no se conoce a ciencia cierta a qué jugará el equipo de Diego Armando Maradona.

Desde ya, y aunque la apetencia periodística siempre lleve a buscar constantes respuestas, bastará con que sea Maradona quien tenga clara la idea. Los mayores reparos en cuanto a ello son por su falta de experiencia como DT, su ciclotímica personalidad y el duro peregrinar de la Argentina en las eliminatorias. El entrenador prefirió mostrar hacia afuera que el plantel está unido y decidido a vencer todos los enemigos que se pongan enfrente, internos y externos. Claras reminiscencias a México 86. No extraña, porque Maradona siempre funcionó de esa manera, siempre tuvo o inventó rivales a vencer para que su vida tuviese sentido. Ese fue su combustible espiritual.

Aún en los Mundiales, citas máximas cada cuatro años, es difícil encontrar entrenadores que hablen de fútbol o periodistas que les consulten acerca de ello. Las conferencias de prensa rebasan de declaraciones demagógicas y promesas patrióticas, pero poco de fútbol. Ésto sucede porque la FIFA así lo prefiere y porque la dinámica del minuto a minuto ¿lo demandan?

¿Qué se puede esperar de la Argentina? Que vaya acomodando las piezas a medida que pasan los partidos, beneficiado por pertenecer a un grupo donde es amplio favorito por la cantidad y calidad de sus individualidades.

Seguramente no estaría tan exacerbado el optimismo general sin la generosidad del sorteo, que le permitió gambetear zonas peligrosas como la A -Sudáfrica, Uruguay, México y Brasil- o el G -Brasil, Portugal, Costa de Marfil y Corea del Norte-.

El 4-3-3 viene acompañado de dos enorme expectativas con tintes diferentes: la de ver cómo explotará la fabulosa abundancia ofensiva con la que cuenta Maradona y esperar que ese factor no desnutra el orden defensivo. Porque los Mundiales no lo ganan los equipos más vistosos, los que hacen más goles, sino aquellos que mantienen el equilibro y son meticulosos con los detalles.


Sebastián Busader

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios