A casi un mes, sigue el misterio de la desaparición de Mary Barco

Las principales sospechas apuntan a su compañero, Ricardo Herlein. El juez que investiga la causa pidió su captura en todo el país. El Villa La Angostura todos dan por sentado de que la mujer fue asesinada. Permanecen como un enigma los móviles del eventual crimen.

VILLA LA ANGOSTURA (especial).- A poco de cumplirse un mes de la desaparición de María Isabel «Mary» Barco (36) las principales sospechas apuntan hacia quien fuera su compañero, Ricardo Herlein, para el cual el juez que investiga la causa, Miguel Farías, pidió la captura en todo el país.

En la tranquila aldea neuquina todos dan por sentado que María Isabel fue asesinada y estiman que ello sucedió el sábado 2 de febrero, entre las 21 y las 24. Lo que no esta claro es el móvil que habría originado tan terrible suceso, ya que Barcos era una persona muy amable, no se le conocían enemigos y aparentaba llevarse muy bien con su pareja.

Carina, una de sus compañeras de trabajo en el hotel Angostura, dijo que «el sábado había venido a trabajar como todos los días e inclusive habíamos hablado que por la noche tal vez concurriríamos juntas a bailar, en compañía de nuestras parejas». Explicó que Barco era una persona muy alegre, coqueta y que concurría habitualmente a trabajar manejando un automóvil Clío gris, que está secuestrado en la comisaria de Villa La Angostura. Al auto le falta la goma que recubre el baúl.

Por la tarde del sábado, junto a Herlein, Barco concurrió a una bicicletería para retirar su mountain bike. No obstante, esta no estaba reparada.

Hacia las 20.30 volvió con la mountain bike de Ricardo, una Bianchi color bordó, con doble suspensión, a la cual le hizo cambiar los pedales, pues estaban algo deteriorados. Allí le habría manifestado al joven que la atendió que iría hacia el lago Correntoso. Vestía un short negro, remera y zapatillas.

En la denuncia que Herlein realizó en la comisaría local, dijo que ella nunca volvió a la casa número 18, que ambos compartían en el barrio Conevial, para cuya empresa vial el trabajaba hace unos 6 años como laboratorista. No obstante, habrían testigos que aseguran haberla visto manejando el Clío, pasadas las 21. Herlein comenzó a buscarla hacia medianoche.

Llamativamente, la semana siguiente, el hombre puso a la venta el Renault Clío, de su propiedad, en una concesionaria de Bariloche y luego desapareció, en su otro automóvil, marca Mitsubishi. No obstante, previamente habría estado demorado una noche en la comisaría de Villa La Angostura, pero fue puesto en libertad por el juez de la causa, ya que hasta esa fecha no habría habido suficientes argumentos para su detención.

Este hecho es cuestionado por algunos vecinos de esta ciudad, que habían organizado una marcha para el lunes 25, la cual luego se suspendió por un diluvio, pero que prometen volver a convocarla. Los vecinos no sólo reclaman se esclarezca el hecho sino que también critican que todas las causas judiciales deban tramitarse desde Junín de los Andes, distante unos 200 kilómetros.

Al descubrirse a uno de los perros de la pareja muerto, en una bolsa, el caso volvió a conmocionar la tranquila villa neuquina. El comisario Mario Rinsafri, dijo ayer que al can se le practicó una autopsia y se esperan los peritajes que tendrían lugar en Neuquén.

Mientras tanto la policía local continua buscando a Barco, Herlein y también a la bicicleta bordó, los cuales han desaparecido en el más absoluto misterio.


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