A diez años de un nacimiento

El 26 de agosto de 2001 surgía la Generación Dorada.

Hace diez años, también un 26 de agosto, la selección argentina de básquet de mayores paría el éxito más importante de este siglo: La Generación Dorada. Esa noche, en el Estadio Ruca Che, los integrantes del equipo conducido técnicamente por Rubén Magnano se colgaban la medalla dorada de campeones continentales, clasificando invictos para el Mundial del año siguiente en Indianápolis.

Y la alegría no era solamente por ese triunfo, sino porque significaba el reaseguro de un trabajo planificado desde la Confederación Argentina de Básquetbol que conducía Horacio Muratore. Desde la clasificación en el Preolímpico de 1995, también en el Ruca Che y con Magnano como asistente de Guillermo Edgardo Vecchio y el segundo puesto en el Sudamericano de Bahía Blanca en 1999, con el coach cordobés como asistente de Julio Lamas.

Esa Generación Dorada tuvo su génesis en Neuquén, más precisamente en la etapa preparatoria previa al Sudamericano de Valdivia, Chile, que también ganó para romper un largo maleficio, festejada en la lluviosa región trasandina con habanos provistos por el colega Juan Cisneros para todo el plantel.

Y en ese andar de recuerdos, está la llegada de Manu Ginóbili a Neuquén, luego de unas vacaciones en Bahía Blanca, a la vieja Terminal de la calle Mitre, y su traslado en un auto oficial hasta Piedra del Águila, donde estaba almorzando la delegación para seguir viaje a Valdivia, con el equipo que jugaría del Sudamericano. O el arribo de Luis Scola, tras viajar casi tres días en avión, desde Kobe, Japón, con la medalla de bronce conseguida por el sub 21 en el Mundial, todavía colgada en su cuello.

El regreso al equipo de Hugo Sconocchini, tras una suspensión que se cumplió el día antes del comienzo del certamen. A diez años de aquel hito, siguen apareciendo las imágenes de ese triunfo ante Brasil y se destaca ese Ruca Che repleto y bullicioso que llenó cada jornada en la que estuvo esa generación que comenzaba a teñirse de oro para no desteñir jamás. (Luis Sotosca, especial para Río Negro)

Gabriel Fernández, Wolkowiski, Farabello, Nocioni, Sconochini, Ginóbili, Leo Gutiérrez, Scola, Palladino y Pepe Sánchez.


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