A Juan desde Bariloche

Hola, Juan. Estoy en tus pagos, la ciudad que tanto amabas, la que sustentó tu altísimo compromiso y lo proyectó? ¿hasta dónde, Juan? ¿Existe el cielo de los desaparecidos? ¿Vos, Marita, y tantos y tantas, tienen un balcón espiritual privilegiado, un lugar que no es un lugar, y a lo mejor ahora estás al lado mío, al lado nuestro?

Desde aquel terrible 1974, cuando se desataron las furias, y nos fuimos de la provincia hacia distintos destinos, inciertos, riesgosos, con nombres falsos, con vidas inventadas? desde entonces vos y yo no hablamos. Sé que te secuestraron, que te dieron como en la guerra y te destrozaron colgando de un helicóptero sobre los bosques de La Plata. Yo tuve más suerte, o lo que sea. No sé qué terrible demiurgo decidía quién y por qué.

Y ahora estoy en tu ciudad, Juan. Estamos. Mirá este grupo de chicas y chicos, de nuestra edad -esa edad que quedó fija, la de la «Juventud Maravillosa» – y supongo que estarás orgulloso de ellos, y de quienes lo hicieron posible, y colaboraron, y guiaron y hospedaron con tanta solidaridad. Casi treinta pibes y pibas, de distintas localidades de Río Negro, concentrados aquí para un seminario de debate y talleres y disertaciones en el final del segundo año del «Curso para dirigentes comunitarios» que organiza la Fundación Margarita. ¿Te acordás de mi vieja, Juan? Sí, esa Margarita. Y seguro que conocés a alguna gente que sobrevivió a la masacre, que te conoció o escuchó hablar de Juan Burgos, delegado por la Patagonia de la Regional Séptima de la Juventud Peronista, y lamento no haberles contado de vos, cuando les di la bienvenida como presidenta de la Fundación. Sorry, cumpa. Te prometo que lo haré. Lo estoy haciendo.

No te rías, guacho. Siempre esa risa medio irónica, medio tierna? «presidenta, qué tal», qué querés, aquí me llevaron los caminos, y son buenos caminos. Es lo de menos. Lo de más es estos pibes y pibas, debatiendo, exponiendo, y ¿sabés qué debatieron? Como nosotros cuando nos juntábamos a hacer el análisis crítico de las noticias: «El rol de los medios de difusión». Te aseguro que cuando expusieron comparando diarios, titulares, adjetivos, fotos, me sentí orgullosa, Juan. Por ellos, por nosotros, (no sé por qué te cuento esto si seguro desde ese balcón privilegiado sabés todo? soy yo la que tengo necesidad de compartirlo con vos.)

¿Y cuando habló el director de Docentes del Instituto Nacional de Acción Política? Viste que empezó destacando que recorre todo el país desarrollando temas -con nosotros fue «Liderazgo político en una sociedad fragmentada», – (jajaja, fragmentada, qué me decís, la del ´70 voló en mil pedazos?), bueno, empezó destacando que recorre el país y siempre en función de convenios institucionales, y su público, por decirlo de alguna manera, son funcionarios. Era la primera vez que hablaba ante jóvenes normales y corrientes, que de normales y corrientes no tienen nada, pero te das cuenta a lo que se refería y viste el orgullo que tenían, ¿eh? Y cuando le hicieron preguntas, lo pusieron contra las cuerdas, Juan. Se defendió como gato entre la leña?y es bueno, te aseguro. Bueno en serio.

Cuánto me queda por contarte? ¿te asomaste con nosotros cuando fuimos al Invap y vimos cómo armaban un satélite? Y al que nos dio las explicaciones también un par de chicos y chicas le hicieron preguntas de esas medio incómodas, uniendo el año de arranque de tan prestigiosa institución -1976 – con «el contexto político». ¡Qué pibes! En cualquier momento, Juan, nos pasan por encima.

Dejamos inaugurada una delegación de nuestra Fundación en tu ciudad. Date una vuelta de vez en cuando? dales una mano, querés, y aprendé un poco, agrandado. Te quiero siempre.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios