A la caza de los independientes

NEUQUÉN

GERARDO BILARDO gbilardo@rionegro.com.ar

En la lista Azul que lidera el gobernador Jorge Sapag hay expectativa de alcanzar una convocatoria para la interna del Movimiento Popular Neuquino del 20 de febrero de alrededor de cien mil votantes, entre afiliados e independientes. De alcanzar ese número, el partido provincial estaría frente a una participación similar a la registrada en la última elección realizada en noviembre del 2006 para definir los mismos cargos que se disputan en la actualidad: gobernador, vice y diputados provinciales. Fuentes de la lista Blanca del precandidato a gobernador Jorge Sobisch estiman que el objetivo de los cien mil votantes será difícil de lograr porque las vacaciones de verano todavía no habrán terminado. Fue el sobischismo, que controla la Junta de Gobierno, el sector que fijó el calendario electoral. En la última interna del partido para definir los cargos electivos provinciales, Sapag obtuvo casi el 52% de los sufragios. También enfrentó a la lista Blanca. Sobisch, que tuvo un fugaz sueño presidencial, no se presentó en esa ocasión –la Constitución provincial no se lo permitía– y la fórmula la encabezó Pedro Salvatori, hoy alineado con los azules y empleado con un cargo de funcionario en el gobierno de Sapag. De las 98.000 personas que votaron el 26 de noviembre de 2006, el 35% eran ciudadanos del padrón de independientes, según datos difundidos en aquel momento por la lista Azul. En los comicios, donde la lista Blanca no alcanzó el respaldo del 35% de los votantes, hubo un dato que se destacó: el voto en blanco superó el 13%, un índice alto para una interna polarizada. La evaluación de los números y las especulaciones que se hacen a partir de su combinación empezaron a jugar un rol en la actual compulsa. Por ejemplo, se afirma el concepto de que una mayor presencia de independientes en las urnas beneficiará a Sapag. Desde el sobischismo sostienen que eso no es verdad y que el candidato de la Blanca también trabaja para captar el voto de los no afiliados. “Estamos muy bien en ese segmento”, dijo esta semana una fuente del sector. En el terreno de las proyecciones, azules y blancos dejaron trascender mediciones en sitios clave, como la capital. El sobischismo afirma que en la ciudad de Neuquén tiene una ventaja de entre 7 y 8 puntos, mientras que desde la lista Azul aseguran que en la capital “no hay discusión” sobre el triunfo de Sapag “como tampoco en el resto de ciudades y localidades del interior”. Los blancos afirman que están achicando diferencias en San Martín de los Andes y en Cutral Co, mientras que Junín de los Andes se ha transformado en una incógnita para unos y otros. En ámbitos del sector Azul surgió el concepto de “voto vergüenza” para aludir a afiliados que simulan estar con la lista del oficialismo pero respaldarían a Sobisch. No lo blanquean, dicen los azules, porque en el escenario político de “convivencia y respeto” generado en la gestión de Sapag “cuesta hacerse cargo del pasado de intolerancia de Sobisch”. En el MPN, el denominado “voto vergüenza” es un concepto amplio que puede abarcar desde empleados públicos, donde abundan los afiliados al partido provincial, hasta algunos empresarios y comerciantes que se incrustan en el poder para obtener beneficios independientemente del color de la lista. Las centrales sindicales fijaron su postura frente a esta elección clave de la vida política provincial. La Central de Trabajadores Argentinos, integrada por organizaciones sindicales estatales, dio a conocer que se mantendrá al margen y no promoverá la participación de sus afiliados de los gremios de base, muchos de los cuales integran el padrón de independientes. Sin embargo, Carlos Quintriqueo, secretario general de la CTA, sostuvo que, “si bien no hay diferencias en la política económica en los dos últimos gobiernos, ahora hay diálogo y algunos entendimientos que implicarían que el regreso de Sobisch sea un retroceso para la provincia”. La Confederación General del Trabajo también anunció formalmente una posición equidistante. “Como cuerpo, no podemos tomar una posición política partidaria”, dijo esta semana Sergio Rodríguez, un peronista que ocupa el cargo de secretario general de la organización sindical. No obstante, algunos gremios adheridos a la CGT, como los Petroleros Privados, los taxistas y la Uocra, respaldan la lista de Sapag. El primer test se aproxima. Será el 6 de febrero en Plaza Huincul para elegir candidatos a cargos municipales. En la localidad se presentaron siete listas y el sobischismo se siente ganador porque el sapagismo no pudo conciliar los intereses de cinco candidatos que van separados pero están alineados con su sector. Por el sobischismo sólo van dos precandidatos a intendente. Hay un intento de la lista Azul de torcer el destino en Huincul, con refuerzo de actividad y mayor presencia en el lugar. Sin embargo, hay conciencia en el sector de que el objetivo es de difícil cumplimiento. En el gobierno observan que lo de Plaza Huincul fue una jugada de Sobisch con la intención de generar un microclima de triunfo en una instancia previa a la elección del 20 de febrero. La judicialización de la interna sigue su curso. Esta semana se resolvió la forma en que se deben presentar las listas de precandidatos a diputados provinciales. La Justicia Electoral provincial le dio la razón a Sapag, pero la lista Blanca recurrió el fallo y no hay decisión definitiva. Por el momento no hay listas de precandidatos a diputados porque en medio de esta batalla legal sólo quedaron oficializadas las fórmulas para gobernador y vice. Las novedades judiciales se esperan para esta semana.


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