A los 66 años Querubina logró recibirse en la escuela primaria

Nunca es tarde para hacer lo que se quiere y la constancia, el compromiso y las ganas son suficientes para lograr los objetivos propuestos: es el caso de Querubina Román de Castillo que con 66 años logró terminar sus estudios primarios. Querubina no pudo hacerlo de chica, ya que la crió un primo de su madre y su esposa, y sumado a ello, vivían en un paraje llamado La Costa del Tilhue, a unos 30 kilómetros de Chos Malal. Con el paso de los años la señora, que tiene una sonrisa sin igual, se casó y se fue a Chos Malal donde su esposo trabajaba cortando ladrillos. Nunca dejó de pensar en poder hacer la primaria, pero fiel a sus principios y a su cultura del trabajo trabajó junto a su marido, y cuando pudieron comprar una chacra, junto a sus hijos, realizaron los adobes para levantar la casa. Crió a sus cinco hijos: María, Miguel, Liliana, Fabián y Patricio y ahora disfruta de cinco nietos de sangre y muchos nietos del corazón.

Era la década de los 90 y para entonces Querubina firmaba “QR de Castillo”, lo hacía de memoria porque alguien se lo había indicado pero no sabía lo que escribía. Fue así que se propuso cumplir su sueño y encaró un plan de alfabetización de Nación en el que le daban un cuadernillo y debía seguir las clases por Radio Nacional. Sin embargo el programa quedó en la nada y ella no pudo continuar. Pero esto no fue impedimento, esta emprendedora decidió buscar alternativas para hacer y culminar la escuela primaria. Finalmente lo a fin del año pasado en la EPA Nº 4, acompañada no sólo de otros adultos, sino también de sus maestros Jorge, Luis y la seño Caro, a quienes recuerda con un cariño inmenso.


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