A más de un mes de la toma del municipio, reincorporaron a la delegada de ATE

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El municipio de Fernández Oro tuvo que dar marcha atrás con el despido que originó la toma del edificio comunal a fines de abril. La mujer, que es delegada sindical del gremio ATE, había sido despedida de la guardería municipal Semillitas. El Ejecutivo había alegado que no hubo acto formal para que la mujer asuma como representante del sindicato. El año pasado se dieron varias protestas de los empleados por cuestiones salariales y contractuales. La novedad se dio luego de una medida cautelar.

Según informaron desde el gremio, Rosario Angélica Troncoso será reincorporada, luego de la ocupación del edificio comunal, que se extendió por varios días de abril y generó momentos de tensión en la localidad. El hecho de que la mujer sea sindicalista evidenció para el gremio, una “demostración de la persecución sindical desatada sobre los trabajadores y trabajadoras que reclaman por sus derechos en el municipio que conduce el Intendente Mariano Lavín”, expresaron mediante un comunicado.

La reincorporación se dio mediante un fallo judicial, y la abogada de ATE, Ailén Roca manifestó que a partir de esto se “pone punto final al debate respecto a la estabilidad laboral del Delegado Sindical contratado”.

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“El Tribunal entendió que la estabilidad otorgada por la tutela sindical prevalece sobre la estabilidad laboral generada por un contrato con plazo determinado, de manera que sienta un precedente en este sentido para el resto de los delegados sindicales”, añadió Roca.

“Estamos sumamente satisfechos con esta resolución”, expresó Esterea González, secretaria General de la seccional Allen de ATE, y agregó que “hay veces que la Justicia se pronuncia en defensa de los intereses y derechos los trabajadores y trabajadoras y tenemos que destacarlo”, enfatizó.

El Tribunal hizo lugar a la medida cautelar que había sido solicitada desde el gremio, y ordenó la reincorporación de Troncoso en un plazo perentorio de cinco días desde que fue notificada la Municipalidad de Fernández Oro. Ocupará el mismo puesto de trabajo que había mantenido hasta el 31 de enero de este año, informaron.

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La toma del municipio se vio atravesada por denuncias de violencia por parte del gremio, y también hubo momentos de tensión cuando los sindicalistas abandonaban el edificio, por la presencia de vecinos que se mostraron agresivos frente a la medida gremial. Habían sido convocados por mensajes de texto que muchos miembros de la gestión habían reenviado, según explicaron, e inclusive incendiaron un gazebo que habían armado el día anterior desde ATE. Este hecho instrumentó por primera vez el denominado protocolo para conflictos sociales, en el que primó la mediación y la prevención, en detrimento de la represión.

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