A Nievas lo recibieron como a un ídolo

Río Colorado se sacudió con la vuelta de 'Zamora', después de pelear por el título en Australia.

RIO COLORADO (ARC).- Cuando Pablo «Zamora» Nievas bajó del cuadrilátero escuchó que desde el ring side le gritaban «Big heart, Big heart» (gran corazón) y pensó que su tarea estaba aprobada. Minutos antes había regado el ring con traspiración y coraje ante un Anthony Mundine muy superior. Perdió, es cierto, pero a lo largo de los doce asaltos se recibió de guapo.

Aguantó a pie firme un endiablado jab de izquierda de Mundine que no lo dejó avanzar en su sueño mundialista.

En su regreso a Río Colorado convulsionó a toda la comunidad, que lo recibió en la plaza San Martín y lo emocionó hasta las lágrimas.

En la casa de su madre en Barrio Unión, Pablo dialogó con «Río Negro» y comentó que «sabía que tenía que esquivar y pegar con la derecha, pero era muy difícil contrarrestar su velocidad», sintetizó «Zamora».

Vale mencionar que el boxeador riocoloradense nunca tuvo una pelea que se extendiera más allá del sexto round.

«En el quinto asalto me empecé a sentir más suelto, seguro fue mi mejor round. Pude entrarle en la parte baja y después me confesó en el vestuario que sintió esas manos», agregó.

Nievas contó que junto con su entrenador Hugo Marinangeli idearon un plan, donde la base era aguantar bien armado los primeros rounds y luego sorprender con la derecha.

«Se notó que me había estudiado bien porque evitaba los cruces, golpeaba y salía rápido», indicó.

Después de la pelea, el campeón Mundine fue al vestuario de «Zamora» y le aseguró que había sido uno de los rivales más duro de su campaña.

Y seguidamente se señaló el pecho y le dijo «Big heart» (gran corazón), algo que repitieron sus asistentes y que él ya había escuchado en el ring side.

Nievas está conforme con el rendimiento en su primera excursión en el plano internacional y está aguardando nuevas oportunidades. Incluso el secretario de la AMB lo llamó por teléfono unas horas después de la pelea, lo felicitó y le pidió que siga estrenando porque se le abrirán otras puertas.

Nievas fue recibido como un verdadero campeón por una multitud que se dio cita en la plaza San Martín, frente a la explanada municipal.

Sobre la autobomba de bomberos voluntarios que encabezaba la caravana, el boxeador local recibió el saludo de los vecinos. Después, fue rodeado por los seguidores que lo querían abrazar, tocar o simplemente sacarse una foto.


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