A pesar de la crisis, el deporte siempre genera millones

En Miami se juega el Super Bowl, un gran negocio.

A pesar de la aguda situación económica internacional, el XLIV Super Bowl, que se disputará hoy entre los New Orleans Saints y los Indianápolis Colts en Miami, logró burlar la crisis al vender todos los anuncios millonarios que se trasmiten durante el partido.

La cadena televisiva CBS informó esta semana que había negociado el último espacio publicitario disponible, aunque desde diciembre ya tenía contrato para el 90 por ciento de los comerciales, cada uno con un valor aproximado entre 2,5 y 2,8 millones de dólares por 30 segundos en pantalla.

Los patrocinadores saben que la inversión publicitaria está plenamente justificada ya que el espectáculo «paraliza» los Estados Unidos con una cifra superior a los 90 millones de espectadores y se trasmite a más de 30 países.

Para compañías de comidas ligeras y bebidas como Doritos, de Frito Lay, Coca-Cola, las cervezas Budweiser y Dr. Pepper es una oportunidad inigualable de incrementar las ventas durante los días cercanos al certamen, en especial el día del encuentro.

De acuerdo con la encuestadora Nielsen, el pasado año en las dos semanas que culminaron con el Super Bowl la venta en la nación llegó hasta 16,8 millones de cajas de cervezas, casi un diez por ciento más que el promedio nacional en los 15 días precedentes.

Algo similar ocurrió con los «snacks», como papitas, pizzas, palomitas de maíz, galletas salteadas y tortillas, que sumaron ventas de 166 millones de libras, pues los estadounidenses acostumbran consumir esos productos mientras se encuentran reunidos con familiares y amigos para presenciar el partido.

«El Super Bowl es el más grande entre los eventos grandes, pues los fanáticos consumen miles de millones de dólares en los hogares», afirmó Nick Lake, vicepresidente de ventas al cliente en el grupo Bebidas con Alcohol.

Sin embargo, este año la gran ausente es la PepsiCo, compañía de bebidas que tras 23 ediciones consecutivas, decidió retirarse debido a la crisis económica, tal como hicieron antes FedEx y General Motors.

«En 2010 cada una de nuestras marcas de bebidas tiene una estrategia y una plataforma de comercialización que estará menos ligada a un evento en particular», expresó Frank Cooper, vicepresidente de PepsiCo Americas Beverages.

Según Beverage Digest, una publicación con datos del sector, la Pepsi sufrió un declive de 7,3 por ciento de ventas de gaseosas durante los primeros nueve meses de 2009, mayor al de su oponente Coca-Cola, que registró una caída del 6,6 en igual etapa. (dpa)


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