¿A quién vacunaron en la provincia de Río Negro?

En los partes oficiales no hay detalles sobre ciudades y nadie explica por qué los docentes de las escuelas medias de Cipolletti fueron inoculados y los de Bariloche, no.

No es preciso hacer una encuesta para llegar a la conclusión de que la mayoría de los rionegrinos no conoce la capital de su provincia. En Bariloche (que es famosa aun en el exterior) “el Valle” es un territorio de límites indefinidos por el que se transita en el mejor de los casos para ir a los destinos ubicados al norte. Las Grutas es verano y gracias a la belleza de su mar para llegar hay que atravesar (y conocer aunque sea de paso) el Valle Medio o la Línea Sur, según sea el punto de partida.

Se puede gobernar cada región como si se tratara de áreas independientes pero en tiempos de emergencia sanitaria y de actividad económica en declive, está claro que algunas perdieron más que otras.

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La cordillera vende pases de esquí y piensa en un “pasaporte covid”

Esta semana el barilochense Gustavo Gennuso le puso un número al costo de no tener otra temporada de invierno en la ciudad más poblada de a provincia: 25.000 millones de pesos. El número se lo dieron en el ministerio de Economía de la provincia, donde estimaron el impacto sobre la base de lo que se dejó de recaudar en concepto de Ingresos Brutos el año pasado: unos 800 millones de pesos.

En realidad, son 24.000 millones de pesos los que se deberían haber generado en el invierno del año pasado (muchos de ellos llegaron como dólares hasta 2020). Para medir la magnitud de esta cifra: según el ministro Luis Vaisberg, es el equivalente al presupuesto de rentas generales del Estado rionegrino.

Los empresarios turísticos de Bariloche vienen reclamando desde el año pasado un alivio fiscal pero ni siquiera pudieron frenar un aumento de las tasas municipales.

La ministra Vélez dijo que este invierno habrá turismo en Bariloche, que el año pasado dejó de percibir unos 25.000 millones de pesos, la mitad de lo que genera la fruticultura.

Como contrapartida, la fruticultura, con todas las complicaciones de rentabilidad que arrastra desde hace años, tuvo su segunda temporada en pandemia con buenos números, un poco menores en valor y en volumen que en 2020.

La producción de fruta representa cada año un movimiento de 600 millones de dólares (unos 57.000 millones de pesos). El sector está en reglas generales exento del impuesto a los Ingresos Brutos, hay líneas de subvención al seguro contra granizo, tarifa eléctrica para el riego agrícola y sistemas de irrigación que termina pagando el Estado.

Ahora que todos pugnan por una vacuna y cada actividad defiende su derecho a recibirla, el ministerio de Salud de la provincia debería ser un poco más preciso en los partes. No basta con saber que se aplicaron 277.400 dosis y que 32.679 fueron para el personal de Salud y el resto a “personal estratégico”, a mayores de 60 años y a menores con factores de riesgo. No habla de actividades ni de ciudades.

Por caso, en Cipolletti la vacunación entre los docentes abarcó a casi todos los niveles y en Bariloche los profesores de las escuelas secundarias están advirtiendo que ninguno ha recibido ni una dosis y que, si la decisión es regresar a las aulas, no lo harán sin el pinchazo en el hombro.

Si para la provincia es estratégico que la cordillera tenga su temporada de invierno, no se entiende por qué no hay una proporción más alta de gente vacunada.

Los petroleros (que pueden armar burbujas en el trabajo de manera sencilla) metieron presión esta semana y aunque no recibieron lo que buscaban, su reclamo quedó visibilizado. Los que trabajan con el turismo tienen una exposición mucho mayor en hoteles, restaurantes, micros, barcos y hasta en aeropuertos.

En la montaña la actividad es al aire libre, pero si hay finalmente temporada turística (que hoy no está habilitada pero tampoco prohibida, avisó la ministra Martha Vélez) es preciso ser muy cuidadoso con el “after ski”, ese momento en el que los que bajan del cerro tienen su momento gastronómico, no siempre a la intemperie.

La gobernadora Arabela Carreras sabe todo esto de sobra. Es de Bariloche, conoce a cada uno de los actores económicos y a los dirigentes de la ciudad. Haga lo que haga no será por ingenuidad o desconocimiento.