A River nunca le darán las cuentas si no hace goles

Para salir de la Promoción debería entender que no basta con especulaciones de acciones ajenas. Análisis de Jorge Neri.

FUTBOL DE AFA

Por más que River se ilusione con algún resultado benefactor del choque entre Arsenal y Olimpo, el viernes próximo, para salir de la Promoción debería entender que no basta con especulaciones de acciones ajenas mientras el equipo de Juan José López transite estos sinuosos últimos metros del torneo Clausura sin hacer goles.

Más allá de la pobre imagen que dejó ante Olimpo, en uno de sus peores partidos y esta vez ligando más que el rival -después de tanta queja por supuesta mala suerte- River siguió por la misma senda mezquina en el área rival.

River tiene el más bajo promedio de gol: 0,75 en lo que va del torneo por sus 12 goles en 16 partidos. Ni que hablar de los últimos cuatro partidos (dos empates y dos derrotas) donde marcó un solo gol, es decir 0.25.

River tuvo más llegadas en el clásico que tanto le dolió perder ante Boca que en la noche del domingo en Bahía Blanca. Olimpo es un equipo austero y sin brillo, pero fue altruista y todos sus protagonistas estuvieron atentos a la dinámica del juego de hoy: anticipó en todas las pelotas, sobre todo en el medio campo, ganó todo rebote y pelota dividida y fue el que imprimió el ritmo.

Un par de veces se les escapó Erik Lamela y cuanto tuvo que invertir en la marca de la joven promesa riverplatense el equipo bahiense exigió a dos o tres de sus jugadores. Con eso anuló a un equipo dependiente de la gestión de Lamela.

River fue superado en el medio y esta vez Matías Almeyda no pudo erigirse en dueño de la zona mientras su socio en la región de volantes centrales, Walter Acevedo, perdió una y otra vez o llegó tarde.

Si bien cada partido es único e incomparable, ante Olimpo a la falta de gol le sumó carencias defensivas en la zona media, una alquimia venenosa para un equipo que necesita sumar puntos y exigido en que no le conviertan.

Paradójicamente Mariano Pavone, autor de cuatro de los doce de River en el Clausurar, tuvo la mejor chance en el minuto final pero la historia reciente de abstemia goleadora siguió su curso.

Más allá de la identidad o la falta de ella de este equipo, más allá de beneficios que le pueda arrastrar un resultado determinado de Arsenal-Olimpo, la llave para salir del agobio es exclusiva de River y con ella abrir de una vez el arco que tiene enfrente.

Por Jorge Neri (DyN) –


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