A un clic de la moda

El boom de la venta on line para vestirse de acuerdo a las últimas tendencias.

TENDENCIAS

Se acabaron los paseos por las calles comerciales, la ardua búsqueda de la prenda y la talla deseadas en las abarrotadas perchas, las largas colas en los probadores y en las cajas de pago. La venta de moda on line supera poco a poco las barreras que la detuvieron hasta ahora y son cada vez más quienes se aventuran a comprar en la red: basta un clic para ir a la última.

Luciana se define como una ex adicta a las compras online. “Desde que tuve a mi hija hace un año apenas podía salir, así que me dedicaba a comprar en la web”. Los motivos: “Ahí encontraba los mejores precios, con mucha diferencia, además de ahorrar mucho tiempo”.

La argentina de 34 años, que trabaja en España como dentista, madrugaba todos los días para ver las ofertas de varias webs de outlet, siempre con la angustia de no encontrarse el cartel de “agotado” en la prenda deseada. Aunque no todo era para ella. “Mucho de lo que compraba era para la niña”. “El problema es que pierdes el control; me gastaba hasta 1.000 euros al mes en compras on line”, cuenta Luciana, que asegura que ahora se controla mucho más.

Y el fenómeno avanza. Por un lado, son cada vez más las empresas que se han decidido a vender sus productos por Internet. El mayor grupo textil español, Inditex, comenzará las ventas on line de su marca Zara en la colección otoño invierno de este año. Sin embargo, el precursor fue Mango, el segundo exportador de ropa femenina de España, que comenzó su andadura de venta on line en septiembre de 2000.

“Fuimos de los pioneros en Europa porque entonces, aunque el mercado ya estaba maduro en Estados Unidos, en Europa casi nadie lo hacía, a excepción de Inglaterra y algunos países nórdicos”, cuenta Elena Carasso, responsable de MangoShop. Mango comenzó a vender en toda la UE. Le siguieron la Europa no comunitaria, Estados Unidos, Canadá, Japón, y este año, Turquía y China. “En Latinoamérica nos expansionamos con corners on line en los propios department store y la venta on line vendrá en una fase posterior”, señala. La intención es llegar a todo el mundo.

“Nos decidimos porque era un servicio que no requería de grandes inversiones ni costes y muy enfocado al cliente; era simplemente un punto de venta con valor añadido”, explica Carasso. En 2009, las ventas en la red supusieron el 1 por ciento de la facturación del grupo, con 11,7 millones de clientes on line. Y este año serán el 2 por ciento. A medio plazo, sin embargo, no cree que superen entre el 5 y el 7 por ciento, considera, destacando que el punto fuerte de Mango seguirá siendo la venta física.

Mango apuesta por la ropa de temporada para la venta en Internet, que limita además a su propia web. “Lo que más se vende son las prendas más actuales, mientras en outlet sigue siendo un negocio muy residual”, asegura Carasso. Sin embargo, no descarta en el futuro colaborar con otras homes que han proliferado.

Se trata de las webs enfocadas a la venta de outlet de bajo precio. Bien lo sabe Antonio Alcántara, uno de los fundadores de Privalia.com en 2006, que un año después se marchó para fundar su propio negocio, Ofertix, uno de los cuatro mayores portales del sector en España, junto a Vente Privee y Buyvip.

“En 2006 copiamos, como hacían todos, la idea de la francesa Vente Privee para vender outlet en el sector textil, complementos, calzado, relojes, gafas de sol, perfumes, cosméticos, pequeños electrodomésticos y algo de electrónica en España y Europa”.

Ofertix, el único de los cuatro que se autofinancia, tiene 2,5 millones de clientes, de los cuales medio millón ya compraron. “Es cuestión de tiempo que el cliente vea algo que le interesa y acabe comprando y una vez que se vencen los miedos, repite, porque la venta de outlet on line supone un gran ahorro de tiempo y dinero”.

Estas webs funcionan captando marcas, sobre todo “con un componente fashion” y reconocidas en el mercado, y posteriormente atrayendo compradores, quizá lo más difícil.

Y es que los ofertores en la red fueron conscientes, desde el inicio, de los handicaps y frenos del negocio, como la falta de experiencia sensorial con el producto, la desconfianza en las transacciones o las menores de garantías, por ejemplo, en las devoluciones frente a la compra en una tienda física.

Alcántara apunta que aunque ya se conocía el modelo de venta outlet en tienda física, fue necesaria una gran inversión en tiempo y comunicación para vencer la desconfianza sobre la ropa -mucha gente pensaba que no era original- o sobre la forma de pago en la web. “Es sólo una cuestión de tiempo”. Estas webs ofrecen también un periodo para probar la prenda y devolverla por correo o mensajero.

“Mango decidió ofrecer las mismas garantías que para la compra en tienda física, es decir, el mismo plazo de devolución de un mes e incluso que la devolución, donde es posible, pueda hacerse en la propia tienda física”. En su caso, las reticencias se vencen con el respaldo de la marca consolidada que hay detrás.

Y lo mismo ocurre con las marcas conocidas que se venden en webs de stocks como Ofertix, que ya ofrecen garantías de por sí. Sin embargo, Alcántara apunta el auge de otros productos que no pertenecen a esas marcas pero que ofrecen una muy buena relación calidad-precio: “Cada vez apostamos más por marcas locales y nacionales que ofrecen productos de mucha calidad, buenos diseños y precios”.

Frente a otros países como Estados Unidos, la imposición de esta modalidad en Europa y concretamente en España ha sido algo más lenta, pero es eso precisamente lo que le da un gran margen de expansión al negocio. En Norteamérica se calcula que las ventas de ropa on line supusieron un 10 por ciento del total en 2007, según un informe de la consultora Forrester Research.

Sin embargo, es difícil que en España se llegue a esa cifra. “Sobre todo en los países mediterráneos ir de compras tiene un fuerte componente social al que difícilmente se va a renunciar”, pronostica Carasso.

Pese a todo, los expertos coinciden: el margen es amplio y la tendencia, imparable. Además, los ahorros de costes que posibilita la venta on line se erigen como una ventaja competitiva en tiempos de crisis económica. “Vamos de la fábrica al cliente, sin intermediarios ni agentes comerciales, lo que nos permite tener mejores precios”, cuenta Alcántara.

Y mientras, las empresas trabajan por seguir acercando esta modalidad al cliente al compás de las nuevas tecnologías. Mango acaba de lanzar una aplicación para iPhone en castellano, inglés, francés y alemán de descarga gratuita en la que los usuarios pueden ver la nueva colección, comprar e incluso probársela de forma virtual en la sección Mix&Match, que simula un probador interactivo en el que pueden usarse fotografías propias para vestirse.

dpa


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