Abortaron una fuga con explosivos en la alcaidía

Tiraron un paquete con barras de gelamón. En el último mes hubo varios intentos de escape.

ROCA (AR).- Los intentos de fuga en la alcaidía roquense no tienen fin y los detenidos se arriesgan a utilizar métodos cada vez más peligrosos. Los guardias ubicados sobre los murallones advirtieron ayer a un menor que tiró desde afuera cuatro barras de explosivos, que estuvieron a punto de ser recogidos por un interno.

Según informaron las autoridades carcelarias, el hecho significó un nuevo aborto a los numerosos planes de escape que se detectaron en el último mes. El más grave ocurrió la semana pasada y tuvo escasa repercusión pública, cuando cuatro celadores fueron tomados como rehenes y una docena de presos ganó el patio.

Cuando sonaron los primeros disparos de los guardias apostados en el murallón, uno de los detenidos había superado el paredón y corrió sin dirección. Su carrera no fue muy larga, porque la oscuridad de la noche no le permitió advertir el zanjón que hay detrás de la alcaidía y cayó desde 12 metros de altura. Fue recapturado a los pocos minutos.

El hecho de ayer transcurrió mientras un grupo de detenidos jugaba al fútbol en el patio. De acuerdo con lo informado por fuentes de la alcaidía, los presos habrían estado esperando la caída del paquete y ni bien observaron el envío desde la parte externa, uno de ellos se acercó disimuladamente para tomarlo entre sus manos e introducirlo en los pabellones.

Sin embargo, los guardias se percataron de la llegada del paquete y luego de dar la voz de alto avisaron a la guardia.

Cuando lo desenvolvieron se encontraron con cuatro barras de gelamón, un poderoso explosivo que -de acuerdo con explicaciones de expertos- es utilizado en las canteras de la región y pudo ser hurtado de allí para luego intentar introducirlo en la unidad carcelaria roquense.

Fuentes policiales entendidas en la materia informaron que el gelamón sólo podría utilizarse para intentar debilitar o derribar uno de los paredones que limita la cárcel con el exterior ya que sería contraproducente ubicarlo dentro de un túnel.

«La potencia que tiene permitiría hacer un boquete en una pared si hay una grieta cerca. El éxito de su uso hubiera dependido del lugar en el que colocaran las barras», graficó la fuente.

A partir de las primeras investigaciones realizadas tras el hallazgo, se pudo determinar que los internos aún no contaban con los detonadores necesarios para activar los explosivos, aunque ingresar estos elementos no sería dificultoso porque son pequeños y podría hacerlo cualquier familiar durante las visitas.

Aunque no se precisó el pabellón en el que se encuentran alojados los internos que planificaron la fuga con explosivos, se supo que el interno que intentó agarrar el paquete está identificado.

En el último mes, la alcaidía vivió momentos de extrema tensión por los reiterados intentos de fuga detectados por la policía. Además de la toma de rehenes a celadores, se informó que hubo corte de barrotes y hallazgos de numerosos elementos con los que llevarían adelante diversos intentos de escape.

En la alcaidía de Roca conviven actualmente 374 internos. La cárcel fue construida para albergar sólo a 180 y esto explica el estado «insostenible» al que refieren las autoridades del lugar.


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