Abre el festival que generó un debate tardío

Con algunos cruces entre bandas importantes, Cosquín Rock comienza a sonar.

BUENOS AIRES (Télam).- Envuelto en una sorda y tardía polémica por la presencia de Callejeros en el festival a poco más de dos años del incendio en la disco Cromañón, el rock argentino buscará desde hoy en el escenario del Cosquín Rock, las respuestas a los interrogantes que dividieron aguas.

La decisión del empresario José Palazzo de incluir a Callejeros en la grilla del festival federal por excelencia, desató el tardío debate sobre los hechos de diciembre del 2004 en el boliche que programaba Omar Chabán.

Establecer cuáles son las responsabilidades de aquellos grupos que hicieron un culto de la presencia de bengalas en los conciertos, que aceptaron tocar en locales con pésimas condiciones de seguridad, que negociaron con empresarios sin escrúpulos o pagaron coimas para habilitar espacios, son parte de esa discusión ausente. El debate fue casi mínimo y siempre propuesto por el periodismo, ya que la gran mayoría de los roqueros eludió hacer declaraciones públicas sobre lo ocurrido y los que lo hicieron, destilaron cierto tufillo discrimi

natorio.

Es que el incendio que le costó la vida a 194 personas, puso en evidencia rencores estéticos y abrió las puertas para que el sector sónico o pop lanzara sus críticas al rock barrial, con cierto dejo racista.

Además, el regreso de Callejeros al escenario y la decisión de su amigo Palazzo de incluirlos en Cosquín, provocó que bandas importantes como Divididos o Catupecu Machu se bajaran del encuentro.

Estas ausencias sumadas a las de Los Piojos, que graban su disco nuevo y la de Bersuit, peleados desde hace tiempo con Palazzo y enfrentados con Callejeros por lo de Cromañón, hace que el festival se vea reducido de cinco a tres noches.

Igualmente Callejeros recibirá un respaldo público, cuando el domingo actúe rodeado de bandas amigas como Jóvenes Pordioseros, El Bordo, Cielo Razzo, La Covacha y la 66, en una noche en la que el cierre estará a cargo de Los Gardelitos, también cercano a la banda de Villa Celina.

Así y todo, Babasónicos, una

banda encarrilada en cánones estéticos y sonoros muy diferentes a los de Callejeros, eligió participar del festival del que nunca ha estado ausente.

En una excelente nota del periodista Pablo Plotkin publicada en el último número de la edición argentina del mensuario «Rolling Stone», Eduardo Rocca, manager de Babasónicos explicó que la decisión de la banda fue «defender un lugar como el Cosquín, que es el mejor festival del interior y representa al rock».

Pero Rocca fue más allá al señalar que «es muy facho que una banda prohíba a otra. El día de mañana a alguien no le gusta como suena el otro y se baja, y eso no puede ser».

En el medio de este postergado debate y de una virtual proscripción en la Capital Federal, donde se han cerrado más de 3 mil locales, el rock procurará concretar su fiesta federal.


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