Absolvieron a la preceptora acusada de estafar al CPE con un ATN

La mujer sacó de una cuenta $25.000 destinados a construir un tinglado.

NEUQUEN (AN) – Otra maniobra fraudulenta con Aportes del Tesoro Nacional (ATN) va camino a quedar impune. La Justicia absolvió a la ex preceptora del CPEM Nº 23, Amalia Haydée Felisa Salvidea, quien fue acusada por el fiscal de instrucción de estafar al CPE, al quedarse con 25.000 pesos que habían sido gestionados para construir el tinglado de un gimnasio del establecimiento.

La mujer, sin comunicárselo a las autoridades, le entregó el dinero a su amigo Gustavo Humberto Sanucci para que hiciera la obra, pero éste se gastó el dinero en afrontar problemas familiares y laborales.

El fiscal Jorge Otegui entendió que no había elementos para acusar a Salvidea, de quien dijo que no actuó de mala fe y que por otra parte no era la responsable de administrar los fondos.

Dijo además que la mujer no sustrajo el dinero y que, en el caso de haber existido una apropiación indebida del dinero, no fue intimada a que lo restituyera.

Al abstenerse de formular acusación alguna, el fiscal argumentó también que «no existen elementos para pedir la formación de una causa penal a Sanucci», y pidió la absolución de la preceptora, sin costas.

Si algo insólito se puede agregar a este confuso episodio -los jueces entendieron que se desarrolló merced a la desprolijidad que caracterizó el manejo del dinero-, es que Salvidea fue designada como beneficiaria del plazo fijo, junto a la directora y vice de la escuela, por «la confianza» que generaba.

La comunidad educativa del CPEM Nº 23 reaccionó con indignación al conocer el fallo. Y no se quedaron de brazos cruzados, ya que de inmediato iniciaron gestiones para que el caso no quede en la nada. Por lo pronto, reunieron firmas de docentes y padres de alumnos para solicitarle al Consejo Provincial de Educación que apele el fallo del Tribunal de la Cámara Criminal Primera.

Cabe señalar al respecto que los jueces Jorge Sommariva, como presidente, y los vocales Cecilia Luzuriaga y Roberto Fernández, sustentaron la absolución en la jurisprudencia que indica que cuando no hay acusación fiscal, no puede haber fallo condenatorio.

Salvidea le entregó en partes el dinero a Sanucci y éste sólo le dio dos recibos, de 9.000 y 1.000 pesos respectivamente.

La preceptora dijo que no le exigió el recibo por el resto por «la gran confianza mutua que existía entre ambos».

En el juicio, al que se negaba a concurrir, el hombre reconoció que había recibido entre 25.000 y 30.000 pesos, dijo que admitía que estaba en deuda con el Estado y que «está buscando la solución para devolver el dinero».

El controvertido hecho se puso en marcha en diciembre de 1997, cuando la escuela recibió el ATN para hacer el tinglado. Pero mientras se realizaban los trámites administrativos de estos casos, se optó por depositar el monto. La obra nunca se hizo y recién dos años después se presentó la denuncia penal.

Gimnasia en el patio

«Hoy la escuela no tiene ni el dinero ni el gimnasio. Los chicos hacen gimnasia en el patio, en los pasillos, en CEF Nº 1 y hasta en la UNC. ¿Quién se hace responsable de esto? Salvidea retiró el dinero y lo usó discrecionalmente, Sanucci admite que lo recibió ¿pero, quién responde?», dijo un docente ayer, en el CPEM Nº 23.

Como el fallo no está firme, la comunidad docente, con el respaldo de padres y alumnos, plantearán que se presente una apelación.


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