Abundaron los cruces y las imputaciones

NEUQUÉN (AN)- Las pruebas presentadas, las preguntas a los testigos, la designación de los fiscales, los reconocimientos… todo fue motivo de discusión entre la fiscalía, la querella, la defensa y los jueces en la primera audiencia. A la gran cantidad de cruces y cuartos intermedios se debió que la jornada se prolongara 9 horas.

El defensor Ladislao Simon formuló la mayoría de los planteos. Y lo hizo desde antes de la apertura formal del debate: dijo que «hubo un desplazamiento de la fiscal natural» (en alusión a que Elba Juárez Truccone declinó participar de las audiencias) y una «manipulación de la acción penal», por lo que «este proceso es nulo». Apuntó sus críticas al fiscal del TSJ, Alberto Tribug, a quien debe conocer bien: Simon fue fiscal de Cámara hasta que lo destituyeron en un jurado de enjuiciamiento en 2002.

Los interrogatorios a los testigos también se convirtieron en territorio de disputas: el querellante Palmieri lo acusó de hacer «preguntas capciosas y reiterativas», y Simon se quejó de que coartaban el derecho de defensa.El abogado toma apuntes con tres biromes: roja, azul y negra, y ayer llenó varias hojas de anotaciones. No faltaron los diálogos con tramos desopilantes. Por ejemplo, cuando Simon pidió que traigan el Fiat 147 en el que viajaba Fuentealba para poder hacerle preguntas a su dueño, Gonzalo Arroyo. La Cámara le explicó que el vehículo ya no está secuestrado, y que Arroyo -quien escuchaba todo el diálogo- lo tenía en carácter de depositario judicial.

«No, no -insistió Simon- El Fiat está secuestrado». E intervino Arroyo con inocencia: «no, no está secuestrado. Si lo tengo estacionado acá enfrente…».


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