“Acaso no es tan importante entender todo en ópera”

La artista cantará mañana al aire libre en San Martín.

Santiago Gaudio

SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- La soprano Patricia Gutiérrez actuará mañana en esta localidad al cierre del ya tradicional evento La Noche de las Artes. A partir de las 23, ocupará el escenario principal en avenida San Martín esquina Mariano Moreno, donde brindará un miniconcierto gratuito de 40 minutos “bien popular”, tal como definió la cantante estable del Colón en conversación con “Río Negro”. La artista, de 52 años, cuenta con un extenso curriculum de actuaciones, entre las que se destacan presentaciones como lírica protagónica en México, Chile y Buenos Aires. La cantante que fue dirigida por maestros como Stefan Lano, Guido Guida, Carlos Vieu, Reynaldo Censabella y Mario Perusso, entre otros, analizó el presente de la ópera en una entrevista con este diario. –¿Por qué la ópera aparece como algo de elite? –Cuando mi papá escuchaba ópera en casa, yo le pedía que sacara el disco porque me parecía un grito tras otro. Uno, al no entender, no distingue lo que es un agudo de un aullido. Y eso que yo estudiaba canto y folclore. Pero esto pasa hasta que el oído se entrena. Además, cuando uno empieza a apreciar que la ópera es teatro cantado, un drama, encuentra ese gusto especial provocado por la buena representación de una tragedia. Pero si en el colegio o en la casa no hay contacto con estas cosas, es difícil entender las obras. Por otro lado está el precio de las entradas, que suelen ser caras porque hay vestuario, escenografía, coros de hasta doscientas personas, sinfónicas con más de cien mú- sicos… –¿Se busca cambiar esta situación con la puesta de espectáculos gratuitos? –Sí, claro. En el 2004, con el elenco estable del Colón cantamos a cielo abierto la novena sinfonía de Beethoven, aunque es un sinfónico coral más que una ópera. La cuestión es que se largó a llover torrencialmente, pero la multitud se quedó parada ahí, escuchando, y yo vi las caras de goce de las personas a pesar del aguacero impresionante que caía. Los había visto ir llegando a uno por uno. Y no eran gente de alcurnia. Pero se entusiasmaban tanto que a uno le hace pensar acaso que no es tan importante entender todo. La novena es muy conocida y muy armónica… sí… pero se hacen muchas cosas para acercar la ópera a la gente. Ahora en casi todos los teatros está el subtitulado, en una pantalla arriba del telón. Se vuelve casi como ver una película. Está la historia y te transcriben las líneas de canto de cada intérprete. Antes, a la entrada a la función solamente te daban el argumento de la obra con el programa, entonces uno veía los movimientos y tenía que más o menos hacerse una idea de lo que sucedía. Pero en una obra como Madame Butterfly, de Puccini, es importantísimo saber palabra por palabra lo que está diciendo la protagonista. Lo digo sin desmerecer a otros compositores, como por ejemplo Verdi, que he cantado muchísimo, que tiene repeticiones en la letra cada dos por tres. En cambio, Puccini es verismo, trata historias de la vida real, es algo más cercano a nuestra época. –¿Hay autores argentinos del prestigio de Puccini? –No son tan populares y conocidos, pero son muy buenos. Están Felipe Boero, Virtú Maragno, de quien interpreté Fuego en Casabindo en el Colón… tienen obras que están a la altura de los grandes compositores de Italia. Son historias argentinas divinas. Fuego en Casabindo, por ejemplo, narra guerras de conquista en la puna jujeña y la tragedia indígena. Pero en general siempre suenan las obras de repertorio, como se las llama. Los teatros programan óperas conocidas, que aunque la gente las haya visto un montón de veces, buscan volver a eso. Por ejemplo La Boheme, de Puccini, es la ópera más dada en todo el mundo porque el público quiere ver eso. –¿Cómo se conoce entonces a los contemporáneos? –Por ahí en las programaciones ponen alguna de estas obras, que en general son disonantes, son más difíciles para el oído. Se las va intercalando paulatinamente, incluso junto a alguna ópera en alemán de Wagner o con La Flauta Mágica de Mozart. Pero lo que atrae a la gente son los italianos. –Pensando en la actuación de mañana, ¿cuáles son las diferencias entre actuar en el teatro y al aire libre? –A cielo abierto hay que usar amplificación sí o sí. En el teatro no. Hay muchos cantantes a los que les molesta cantar con micrófono, a mí no tanto. Lo que pasa en estos casos es que en gran medida estás en las manos del sonidista, que tiene que hacer un muy buen trabajo para no desbalancear los volúmenes. También está el viento, que te puede perjudicar. Pero para mí lo mejor es que a estos espectáculos viene todo tipo de gente y ves que se entusiasman por algo que tal vez no están habituados a escuchar. –Mañana va a actuar con el acompañamiento de Elisa Bertero en el piano. ¿Qué repertorio tienen previsto? –Nosotras trabajamos juntas en el Colón. Es una excelente pianista. No vamos a realizar un espectáculo escenográfico. Interpretaremos cosas conocidas del género ópera: Un bel di vedremo, de Madame Butterfly; Summertime, de la ópera Porgy and Bess de Gershwin; el Ave María de Schubert; de Gianni Schicchi, O mio babbino caro; el Vals de Musetta, de la ópera La Boheme, entre otras. Son cosas que la gente ha escuchado en propagandas o en la radio. Probablemente también cante una argentina: La rosa y el sauce, aunque es muy triste.

Patricia Gutiérrez cree que, como en otros géneros musicales, el gusto por la ópera se obtiene entrenando el oído.

ENTREVISTA: Patricia Gutiérrez, soprano del elenco estable del teatro colón


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