«¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?»

Mientras el extrovertido Usain Bolt gana carreras sin esforzarse, con la displicencia que es atributo de los grandes, la sudafricana Caster Semenya se llevó con una autoridad poco convencional la final de los 800 metros y se quedó con la medalla de oro. Claro, inmediatamente explotó la «bomba», ya que se supo que a la corredora le hicieron el martes una prueba para constatar si es mujer.

«¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?», fue la respuesta de Semenya cuando el empleado de una estación de servicios puso en cuestión su feminidad. La musculatura, el vello facial y su apariencia general despiertan dudas. Las sospechas con respecto al sexo de Semenya, de 18 años, surgieron no sólo por su aspecto sino porque este año, en los campeonatos africanos, rebajó en siete segundos su marca personal en 800 para dejarla en 1:56.72, la mejor del mundo en 2009. Ayer dejó a más de dos segundos atrás a la keniata Janeth Jepkosgei, medalla de plata y campeona del mundo hace dos años.

«Entendemos que la gente pueda hacerse preguntas porque ella parece un hombre. La curiosidad es humana», dijo su DT Michael Seme, que ilustró la cuestión con una anécdota. Una vez, en Ciudad del Cabo se pararon a repostar en una gasolinera y la atleta fue al baño. Un empleado de la estación, al verla dirigirse al de mujeres, le indicó la dirección del de los hombres, convencido de que lo era.

«Caster, con una sonrisa, le dijo que podía bajarse los pantalones para demostrarle que era mujer», recuerda su entrenador, que no duda sobre la sexualidad de su discípula.

Bolt pisó con autoridad la pista azul del estadio berlinés, corrió a media máquina, clavó un crono de 20.08 en los 200 metros y hoy irá por el oro.


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