Aceleran la creación de la reserva ecológica

NEUQUEN (AN).- La municipalidad de Neuquén puso en marcha un programa especial para que la ciudad posea a la brevedad una reserva ecológica en la costa ribereña. El predio de 70 hectáreas se emplaza en el área de la confluencia dentro del Paseo de la Costa y apunta a consolidarse además como un centro turístico y de investigación.

El proyecto, conocido como Reserva Urbana Bosques Ribereños, es impulsado por la subsecretaría de Gestión Ambiental a cargo de Carlos Roca y apunta a preservar y revalorizar 70 hectáreas pertenecientes a la denominada península Hiroki, un predio conformado por pequeñas islas entre las chacras 155 y 157 de esta ciudad y que conforman la unión de los ríos Neuquén y Limay.

La reserva ecológica se sumaría a la protección contemplada en el Plano Urbano Ambiental (PUA) del talud de barda, y sería la primera en preservar un área ribereña, en este caso caracterizada por la presencia del ecosistema ribereño perteneciente al bioma en extinción definido como Provincia del Monte.

El proyecto plantea por un lado la preservación y el cuidado de este espacio y de las especies vegetales y animales que allí se desarrollan y a la vez prevé el desarrollo de actividades recreativo-turísticas y educativas por medio del armado de recorridos guiados a través de senderos de madera y miradores, especialmente pensados para escolares.

Para ello desde la subsecretaría de Gestión Ambiental se regulará el funcionamiento de la reserva y se creará el Plan Educativo Ambiental (PEA) que definirá las acciones a realizar tanto en el corto, mediano y largo plazo. Si bien se prevé destinar el primer año de trabajo al reacondicionamiento del sector, el proyecto contempla la creación de la dirección de Espacios Protegidos Urbanos, organismo desde el cual se controlará la reserva y se capacitará al personal municipal.

Las tierras seleccionadas para la reserva son de propiedad fiscal y según las definiciones de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) no son aptas para la construcción de viviendas por ser inundables. En el sector se encuentran relictos de selva ribereña preservados por la lejanía del centro urbano y junto a las diversas aves hay zorros, comadrejas, coipos, hurones y gatos de los pajonales.

La propuesta responde a reclamos de grupos ambientalistas, que critican la urbanización que se lleva adelante en la 132. Para ello esta reserva se desarrollará dentro del área destinada al desarrollo del paseo ribereño y busca garantizar su preservación ante el posible avance inmobiliario.

El proyecto en cuestión será elevado al Concejo Deliberante pues la iniciativa plantea la modificación de normas.