Acusan a Cancillería de ocultar datos de ex-Botnia

El extitular del INTI reveló que 12 informes técnicos beneficiaron la posición uruguaya de que no hay contaminación. Publicaron los datos en internet pero les ordenaron quitarlos.

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El extitular del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Enrique Martínez, reveló que en 2009 desde la Cancillería le ordenaron ocultar informes medioambientales que beneficiaban a Uruguay en el conflicto por la acusación de contaminación del río Uruguay contra la pastera UPM (ex-Botnia).

“Tomamos valores aguas arriba, a la altura de UPM y aguas abajo, y no había diferencias sensibles. No se demostraba que la pastera contaminara. Publicamos los datos en Internet pero la Cancillería argentina nos pidió que los sacáramos cuando comenzó el conflicto en La Haya, y así dejamos de trabajar”, explicó Martínez, en diálogo con el diario uruguayo El País.

Los estudios se realizaron entre 2008 y 2009 y su contenido fue divulgado en 12 informes técnicos. Según la versión del exfuncionario, esos resultados favorecían la posición de Uruguay, a la vez que debilitaban a la Argentina frente a La Haya, y por eso decidió ocultarlos.

“En términos de concentración y en comparación con parámetros nacionales e internacionales no encontramos cifras que superaran los límites máximos de tolerancia. Sí encontramos tendencias de acumulación de metales pesados en los barros del fondo y algunos valores atípicos de contenidos de fenoles que en realidad están por más de un motivo, no tiene por qué ser su origen la pastera en un río tan extenso y con márgenes cubiertas de vegetación donde cualquier árbol que cae al agua le aporta fenoles”, explicó el ingeniero químico.

En ese marco, Martínez aseguró que la orden de quitar los informes de la web del INTI fue política. “El argumento de la Cancillería, no falto de razón, fue que Argentina era la única que estaba dando datos, Uruguay no daba ninguno, y ante la controversia internacional era inocente e imprudente que diéramos datos unilateralmente”, consideró el exdecano de la Facultad de Ingeniería de la UBA en los 70.

Martínez explicó a El País que la realización de estudios de impacto ambiental preveían un trabajo conjunto con el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), organismo oriental similar al INTI. “Hubo un acuerdo a nivel técnico, donde incluso expusimos qué capacidades teníamos unos y otros para trabajar. Nosotros con el apoyo de algunos laboratorios argentinos y uno de Canadá con capacidad para hacer muestras de dioxinas teníamos la posibilidad de hacer el trabajo completo y el LATU estaba equipándose tanto en Montevideo como en Fray Bentos. Pero la Cancillería uruguaya no autorizó al LATU y nosotros decidimos iniciar el trabajo. Un año después de que la planta comenzara a producir hicimos doce campañas bimestrales. Tomamos muestras del río en el cauce principal y del lado argentino. Fueron dos años de trabajos muy completos”, señaló el especialista.

Para Martínez la discusión entre Argentina y Uruguay sobre si la papelera contamina o no es “lamentable” porque “se manejan afirmaciones sobre si la planta contamina o no contamina y hay una ausencia total de datos y números”. (AFP)


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