Adiós a Carlo Ponti, un maestro del cine

Fue una de las leyendas del cine italiano y europeo. Protagonizó una de las más apasionantes historias de amor del siglo pasado con su mujer, Sophia Loren. Ponti se destacó como un productor de mirada exquisita que supo apoyar filmes que se convertirían en verdaderos clásicos. Algunos de los más conocidos fueron: "Roma Città Aperta", "La Strada" , "Doctor Zhivago", "ZabriskiePoint". Murió a los 94 años.

ROMA (DPA) – Fue una de las historias de amor más escandalosas de la posguerra italiana: Carlo Ponti y Sophia Loren, el productor de cine y la diva 20 años menor, un romance como de cuento de hadas.

En todo el mundo, Ponti fue objeto de la envidia por haber estado en pareja durante medio siglo con una de las mujeres más bellas del mundo. Fue él quien descubrió a Sophia en 1950 en un concurso de belleza y se convirtió en su mentor y el amor de su vida. Para la opinión pública, Ponti, nacido el 11 de diciembre de 1912 en Magenta, en el norte de Italia, fue sin embargo durante años aquel hombre sin gracia, con una semicalva, al lado de la gran Loren. Incluso pese a que este abogado produjo más de 100 películas que han escrito historia hasta su muerte a los 94 años en Ginebra.

Sophia Scicolone tenía sólo 16 años cuando Ponti la conoció en el concurso para Miss Roma. El maestro se enamoró de la joven de Pozzuoli, cerca de Nápoles, que soñaba con una gran carrera, y la convirtió en estrella. Fue Ponti quien le dio el nombre artístico de «Sophia Loren» y quien la hizo conocida internacionalmente con «Sucedió en Roma» (1953), «El oro de Nápoles» (1954) y más tarde «Matrimonio a la italiana» (1964).

Sin embargo, el romance no tuvo un buen comienzo, porque el productor de cine estaba casado y un divorcio era un tema tabú en Italia. Muchos meneaban además la cabeza al ver a la desigual pareja, no sólo por la edad, sino porque Ponti era una cabeza más bajo que Loren. Después de conseguir en México el divorcio de su primera mujer, se casó con Loren en 1957. Pese a ello, el Vaticano lo consideró bígamo, porque la separación no fue reconocida por el Estado italiano, y el matrimonio quedó anulado en 1962.

«Todo esto es terrible para mí», afirmó entonces desesperado el productor. Cuatro años más tarde, ambos abandonaron su lucha con las autoridades italianas: Sophia y Carlo obtuvieron la nacionalidad francesa y se casaron en 1966 por segunda vez, esta vez legal, en Sèvres, cerca de París. «Creo en el matrimonio, en que una pareja tiene que pasar la vida junta, fundar una familia y preocuparse por que los hijos sean felices», declaró más tarde Loren.

Tiene dos hijos con Ponti, Carlo jr. y Edoardo, una familia feliz que ha vivido los últimos años entre Ginebra, Roma y Estados Unidos. Ponti ya era un productor ambicioso mucho antes de conocer a la mujer de su vida. Financió su primera película aún mientras estudiaba derecho durante la Segunda Guerra Mundial, «Piccolo Mondo Antico» (1941), bajo la dirección de Mario Soldati. En 1945 le siguió su primer gran éxito, «Roma Città Aperta», la gran cinta épica de Roberto Rossellini que trata sobre la resistencia contra la ocupación nazi de Roma.

La obra maestra de Federico Fellini, «La Strada», con Anthony Quinn y Giulietta Masina, ganó un Oscar en 1954 y cinco más sumó en 1965 «Doctor Zhivago», de David Lean. Otras películas producidas por Ponti fueron «Guerra y paz» (1956), «Blow up» (1966) y «ZabriskiePoint» (1970), de Michelangelo Antonioni.

Pero fueron los temas privados los que lo hicieron ocupar titulares. El fisco italiano protestó porque Ponti colocaba su dinero sobre todo en el exterior. En 1979 fue condenado en ausencia por fuga ilegal de capitales a cuatro años de cárcel y el pago de 10.000 millones de liras (en aquella época más de 20 millones de euros).

En 1982 su mujer pasó 30 días en la cárcel por malversación de impuestos, si bien en unas circunstancias relativamente cómodas. Ponti tuvo que esperar a 1987 para ser absuelto. La época de los titulares quedó sin embargo atrás. Ponti y Loren vivieron una vida apartada e incluso en 1998, cuando la diva sufrió un desmayo y se habló de problemas del corazón, su marido no dejó trascender casi nada a la prensa. «Hice todo por amor a Sophia, siempre creí en ella», aseguró. Fue una gran historia de amor, una de cuentos de hadas.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios