AGENDA EXQUISITA los mejores lugares para ir a comer
Nicolás Visnevetsky, periodista de vinos y relator de los placeres cotidianos, sigue recorriendo la zona para ayudarnos a elegir donde comer bien. Esta vez puso el ojo en las pastas...Y aquí van sus recomendados.
La mejores pastas
Esta crónica es una de mis preferidas, ya que el mundo de la pasta es un ecosistema que me sienta muy bien, tal vez por los leucocitos, plasmas y plaquetas italianas que conforman una gran parte de mi sangre.
Desde pequeño tengo recuerdos sensoriales con la pasta, situaciones que alteraron mi memoria gastronómica y entre reminiscencias de albahaca y oréganos, pienso en esa felicidad de la abuela cocinando y los nietos, en rito de amor, tirándole del delantal para que habilite un cacho de masa.
Somos un país que fue esponja de realidades europeas durante un tiempo prolongado y doloroso. Nuestros antepasados bajaron de los barcos escapando de una de las guerras mas jodidas de mitad del siglo pasado, pelando un back up golpeado por como diría el poeta “del dolor de ya no ser”.
Mi abuela fabricaba una masa mezclada con acelga, enorme, como una sábana de dos plazas y luego, con destreza de esgrima, tajeaba deformes pedazos que hervían y daban lugar a las famosas ravioletas, flotando en un filetto intenso.
En la zona no hay demasiados lugares donde comer una pasta + sabrosa + contundente + a temperatura adecuada.
Las salsas para acompañar a la pasta muchas veces tienen un precio excesivo y te encontrás con que el tomate es de caja, los hongos de lata y el queso de sobre.
Voy a ir a comer a lugares que tengo en mi cabeza con una remera que diga “No le mientan más a la gente”. No hay excusas!, la zona está repleta de proveedores que producen la tierra ofreciendo productos naturales, frescos y económicos. Si los capos gastronómicos, no lo resuelven, estamos en el horno (muletilla del gremio). Demás está decir que el mercado está colapsado de cocineros con la autoestima por el piso y el vuelo enterrado.
“Doña Elvira” es el imperio de las pastas en Neuquén. Nadie se acerca demasiado. Es único en kilómetros a la redonda, nunca tuvo que salir corriendo en busca de la vidriera de la avenida. Porque la avenida siempre volvió a “Doña Elvira”.
Desfachatado en su fachada, un territorio familiar, de cerámico y machimbre. Fábrica de pastas con venta al público y restaurante a la vez. Los ravioles fritos que sirven como entrada, yo los pido en plato entero, soda + vino…”Doña Elvira”, tarjetas de débito, barrio…besos de amor.
Los Raviolones de “Margot”, rellenos de calabaza especiada, con un toque de horno y salsa de hongos, son ideales para regalarle al paladar un abrazo sensitivo. Las porciones no son gigantes, pero mojar el pan casero que se fabrica cocina adentro de “Margot”, con lo que está en el plato no tiene precio, cotización, ni plan de pagos. Con algún vermut o simplemente con un Malamado de Zuccardi, sutil, suave, bello.
Me detengo en Cipolletti porque siento que hay una bocanada de nueva de cocina, lugares de interesantes cartas y buen tupé. “Amura” es un restaurante nuevo y viene a cubrir la pata marisquera que faltaba. “Amura”, es una palabra del léxico de los navegantes, diría Wikipedia, es una forma de indicar direcciones.
En este sitio tienen uno de los platos revelación del año. Y como es pasta, chin pum.
Tagliatelles con salsa de camarones. Exactos, redondos, capaces de convencer a los negadores de las profundidades del mar. A los loobistas de desiertos, a los vendedores de sed, a los fabricantes de papel secante.
En futuras columnas ahondaremos en los pescados y mariscos de “Amura”, vale esta pasta, un buen consejo. Heineken Helada.
No demasiado lejos de los bichos de mar, y en una de las esquinas más céntricas de la ciudad está “La Cocina”, una referencia gastronómica de la zona, que trabaja a un ritmo inquietante.
El plato son Canelones (3 unidades) de Verdura o Jamón queso. Mi salsa es Boloñesa, tenés salsas tranquilas y complejas, variedad, opción. Amplitud. Buscalo a Charly G, un maître como pocos, dueño de la palabra amiga y socio vitalicio del buen gusto.
La pasta es nuestro ADN folklórico y contra eso es imposible ir.
El mantel de hule, la panera de plástico, el sifón Drago, el amargo serrano, el diario del domingo, la carrera de TC, Caetano cantando “soy Loco por ti América” y el mundo sigue girando, y nosotros encima. Como unos tallarines apretados contra el tenedor. Como un recuerdo desde la Italia profunda, donde hablan y putean a los gritos, y se quieren, lloran y se abrazan.
+ info:
Doña Elvira – Misiones 681 / 299- 4475361 / Neuquén
Margot – Buenos Aires 133 / 299-442-5520/ Neuquén
Amura – Sarmiento 150 / 299-477-47-79/ Cipolletti
La Cocina – Roca y Villegas / 299-477-19-25 / Cipolletti
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