Agentes municipales siguen con el corte de ruta en Ramón Castro

RAMON CASTRO (AZ).- Los manifestantes que exigen la destitución del delegado normalizador, Rafael Peucón, seguían anoche apostados sobre la ruta nacional 22 en reclamo de una respuesta de parte del gobierno neuquino.

El tránsito vehicular no se vio afectado ya que los vecinos dejaron liberado un camino alternativo al tiempo que cada veinte minutos levantaban el piquete y permitían el paso en ambos sentidos.

Se informó que no hubo enfrentamientos con los transeúntes y no se dieron detalles acerca de si se libró una orden judicial para desalojar la zona ubicada a unos 20 kilómetros de Zapala.

La falta de respuestas por parte de las autoridades neuquinas mantenía ayer en vilo a los habitantes de este tranquilo paraje. Agentes de la comuna y vecinos se mantenían firmes en su decisión de no abandonar la medida de fuerza mientras el gobierno provincial no acepte despedir a Peucón.

Los cuestionamientos, básicamente, apuntan sobre una serie de manejos supuestamente irregulares que habría dentro de la comisión de fomento. En esta línea se mencionó la existencia de una gran cantidad de contratos laborales con personas radicadas en Zapala que no concurrirían a sus lugares de trabajo postergando a los vecinos de Ramón Castro.

Además, se critica la poca inserción que tendría Peucón dentro de la comunidad ya que se denunció que hace más de un mes que no se presenta en la sede comunal.

«Le pedimos una audiencia al gobernador Sobisch para explicar los problemas pero todavía no respondieron» sostuvo ayer una mujer que presta servicios en la comisión.

Ayer, la situación en la ruta era de tensa calma ya que los manifestantes seguían aguardando una solución a sus reclamos.

Mientras tanto, cada veinte minutos aproximadamente dejaban pasar a todos los vehículos que se acumulaban de uno y otro lado del piquete. De todos modos, la existencia de una vía alternativa hizo que mucho prefirieran utilizar este camino secundario antes de permanecer demorados en el piquete.

La cantidad de vecinos era variable y oscilaba entre veinte y treinta personas a lo largo de la jornada.