Agostino y “Ana por el rabo del ojo”

Una poesía intimista y sensual es la que puebla las páginas de “Ana por el rabo del ojo”, libro recientemente publicado por Mirta Agostino a través de la neuquina editorial Limón.

NEUQUEN (AN).- «Cuando Ana está triste, se pinta mucho/ Vuela detrás de la máscara/lugar ajeno./ Mortaja acecha a la paloma/ ala rota en el pecho/ Así es./ Cuando una está triste, se pinta mucho»

Ana es el personaje de la primera parte del libro.

En «Ana por el rabo del ojo» Mirta Agostino propone una poesía intimista y sensual, desde un registro diferente al de su primera publicación («Retrato de un cuarto que mira al cielo», de Narvaja Ediciones 1979).

El título de esta obra es otra entrega de la editorial neuquina Limón, en un formato pequeño, sumamente atractivo en blanco y negro y con ilustraciones de Claudio Sánchez. La Editorial presentó sus novedades en el Encuentro Binacional «Conversaciones de Otoño», organizado por Casa de la Cultura de Roca y hace escasos días en el ciclo «La poesía vuestra de cada miércoles» que tiene lugar en un espacio alternativo, pizza-bar ubicado en Yrigoyen casi Juan B. Justo. Allí se da cita cada miércoles el público con sus escritores y de realiza un intercambio sumamente interesante y atractivo. Es abierto a todos.

El de Agostino es un libro con formato de bolsillo y la cuidada impresión que caracteriza a Limón. Consta de dos partes. La primera da nombre al libro y la segunda se subtitula «Doce uvas al ron».

La autora es barilochense y desde la década de los sesenta se radicó en esta capital. En 1982 coordinó grupos en el Brasil como residente en psiquiatría comunitaria, desarrollando su interés por el arte: «complemento luminoso de la locura». A dos puntas sus pasiones, psiquiatría y letras la ocupan a tiempo completo. Entre sus obras editadas desde 1997 (Narvaja Ediciones) figuran Retrato de un cuento que mira al cielo, reeditado en 2001 por Arteletra. Mientras que títulos como «Desde un naufragio», «Póker de damas» y «Cuento los días»permanecen inéditos.

Cuando Mirta Agostino presentó en sociedad su libro, en el ciclo «La poesía vuestra de cada miércoles», estuvo a su lado la licenciada en Letras Marta Ramos.

Allí consideró, sobre la primera parte y título de la obra que «el alter ego -supra yo- aparece en toda la composición poética, junto a las frecuentes alusiones a la vida cotidiana. Ana atraviesa instantes anímicos que tienen que ver con las heridas absurdas de la vida: 'ala rota en el pecho', 'cuelga ojos desiertos'; y también se hace presente en los síntomas orgánicos: el codo/le comienza a doler»…

Pero para Ramos también quedan resquicios para lo placentero: «Deshollina balcones/para que nazca alguna flor». Y siempre, observa a la protagonista, en sus movimientos y actitudes: «Ana habita en mi, a veces/ otras/ se aleja y me observa/ con el rabo del ojo»…

Más tarde, Marta Ramos también analiza con sutileza y profundidad (ver recuadro) la segunda sección del libro de Agostino que titula «Doce uvas al ron» y en la que el ilustrador Claudio Sánchez aprovecha para darle cuerpo a ese texto.

Nota asociada: Doce uvas al ron  

Nota asociada: Doce uvas al ron  


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