Agrolimpio, una apuesta para producir a conciencia

Bajo esta iniciativa ya se reciclaron 6,5 toneladas de plástico para elaborar artículos útiles para la sociedad.

Redacción

Por Redacción

Acopio. Una vez procesados, los envases son llevados a la sede de Agrolimpio.

Por Horacio Pallao (técnico del INTA Valle Inferior)

La Argentina es uno de los principales países del mundo productores de alimentos primarios. Abastece el mercado interno y comercializa el excedente al resto del mundo. Sin embargo, la actividad agropecuaria también genera una gran cantidad de residuos que en muchos casos causa disturbios ambientales y mediante un mal manejo pone en riesgo la seguridad del ambiente y la sociedad.
Para abordar esta problemática, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) junto a otras organizaciones como el INTA, desarrolló un programa de responsabilidad social y ambiental denominado AGROLIMPIO que está destinado a concientizar y colaborar en la elaboración de un sistema de recepción y transformación de envases de agroquímicos vacíos de plástico rígido, triplemente lavados o lavados a presión.
Durante las campañas 2016 a 2019 se adhirieron al programa más de 130 productores y empresas del Valle Inferior de Río Negro, y se logró reciclar más de 6,5 toneladas de plásticos proveniente de envases de agroquímicos, que de otra forma podrían haber sido enterrados, quemados, abandonados o reutilizados sin considerar su riesgo.
La adhesión al sistema de entrega de los envases es de forma voluntaria y gratuita: “Los equipos que participan de la asistencia técnica, reciben los bolsones con los envases y luego inician el proceso de triple lavado y su destino final”, indicó Horacio Pallao, técnico en seguridad e higiene de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Valle Inferior.

Los productos reciclados están en mínimo contacto con los seres humanos y cumplen con los estándares de trazabilidad.


El programa en el Valle Inferior fue creciendo año tras año, básicamente por el trabajo de todos los actores que intervienen en este proceso y llevan adelante diferentes actividades de capacitación y concientización acerca del uso responsable de estos productos.
Además del INTA, en el programa AGROLIMPIO también participan diferentes instituciones locales como la Secretaría de Ambiente Desarrollo Sustentable y Cambio Climático (SADSyCC), la Escuela Secundaria de Formación Agraria de Viedma (ESFA), el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Río Negro, el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI) y la Municipalidad de Viedma.
El Valle Inferior de Río Negro constituye una zona muy productiva que cuenta con unas 25.000 hectáreas sistematizadas para riego gravitacional y en producción. El 70% de esta superficie se encuentra destinada directa o indirectamente a la ganadería, mientras que el 30% restante se destina a la producción frutícola (frutos secos, pepita y carozo), hortícola (horticultura diversificada y especializada) y cerealera. Las distintas actividades concentradas en esta parte del valle representan sistemas intensivos con alta dependencia de insumos externos como son los agroquímicos.

Los equipos de asistencia técnica, reciben los bolsones con envases y luego inician el proceso de triple lavado y su destino final.


Por esa razón, es fundamental distinguir tres factores que se tienen que contemplar y controlar a la hora de aplicar cualquier tipo de agroquímico: la seguridad de los trabajadores, la de los consumidores y la del ambiente. En esta línea, la adhesión al sistema de entrega de los envases de agroquímicos con la técnica del triple lavado, es una parte del conjunto de buenas prácticas agrícolas que promueven el uso eficiente y seguro de esos productos.
De acuerdo con CASAFE, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) se definen como un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la salud humana y el medio ambiente, mediante métodos ecológicamente seguros, higiénicamente aceptables y económicamente factibles.
Actualmente el programa recicla la mayor parte del plástico rígido entregado por los pequeños y medianos productores, transformándolos en elementos útiles y aprobados solo para uso agrícola (varillas, postes, protección para los cultivos contra roedores, entre otros). Al respecto, “estos productos reciclados están en mínimo contacto con los seres humanos y cumplen con los estándares de trazabilidad requeridos por las industrias”, explicó Pallao.

En números

4.253
Las hectáreas de producción del Valle Inferior del Río Negro que entregaron sus envases plásticos al programa.
6.720
Los kilogramos de plásticos recibió y recicló el Programa AGROLIMPIO.

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