Agua accesible y de calidad: la demanda en el medio rural

En la Argentina cerca de 450 mil familias que viven en zonas rurales no tienen acceso al recurso. En ocasión del Día Mundial del Agua, especialistas del INTA presentan la Red de conocimiento para trabajar en el acceso, uso y gestión del recurso.

Por INTA

Agua accesible y de calidad. El derecho que se debe garantizar a la población mundial según la OMS.

Desde 1993 la Organización de las Naciones Unidas estableció el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua para recordar la relevancia de este recurso natural y esencial. A casi tres décadas de esta declaración, la distribución del agua en el medio rural no es uniforme y su acceso es desigual. A tal fin, el INTA creó una red de conocimiento tendiente a mejorar las garantías en torno a su acceso, uso y gestión.
Según la Organización Mundial de la Salud, a pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce de calidad, la escasez de este recurso afecta al 40 % de los habitantes del planeta. Las cifras son aún más preocupantes si se tienen en cuenta las proyecciones de aumento de la población para las próximas décadas que conllevarán a una mayor demanda de alimentos a nivel global, para lo cual será necesario mejorar la productividad y el uso del recurso agua. Se estima que la demanda del agua se incrementará en un 55% para el 2050.
Dentro de su estructura programática, el INTA cuenta con más de 6 proyectos nacionales que abordan distintas líneas de trabajo, referidas al acceso, gestión, y uso eficiente, productivo y sustentable del agua en el sector rural y agropecuario que se complementan en una Red Estratégica de Conocimiento para conectar, organizar y potenciar tales capacidades.

Familias rurales. En Argentina miles de personas aun no pueden acceder al recurso esencial.


Para Maira Guiñazú –investigadora del IPAF Patagonia y coordinadora de la Red– “La problemática asociada al acceso al agua y a su calidad, es un tema central y transversal a todas las líneas de trabajo sobre recursos hídricos que el INTA desarrolla en el país”. Y remarcó que hay numerosas tecnologías impulsadas por los equipos técnicos con usos específicos en cada territorio como por ejemplo los sistemas de captación de lluvia más difundidos en la región pampeana y el NOA.
“Hay tecnologías que ya están muy adaptadas y desarrolladas en cada región y estamos evaluando las posibilidades de uso en otras zonas. Por ejemplo, en la región pampeana y el NEA se utilizan cisternas de placas para acumular agua de lluvia que estamos implementándolas en Patagonia para reservar agua proveniente de distintas fuentes”, explicó Guiñazú.
Además del acceso al agua, otra de las líneas de trabajo apunta a asegurar agua de calidad para distintos usos como consumo humano, animal y riego de cultivos. “Los equipos aplican distintas técnicas para disminuir la carga microbiana y obtener agua segura para uso doméstico. En relación con el agua para abrevado animal se busca reducir la salinidad, mediante mezcla de agua de mejor calidad, y en el caso del riego, promover un manejo del agua adaptado a las condiciones agroclimáticas del cultivo”, señaló la investigadora.
El aumento de las demandas de una población cada vez más numerosa y una economía mundial que evoluciona rápidamente, combinado con los efectos del cambio climático, exacerbarán la dificultad del acceso al agua y al saneamiento para usos domésticos. Según el CENSO 2010 en la Argentina 450.000 familias que viven en zonas rurales aún no acceden a este derecho consagrado por los organismos internacionales y enumerado entre los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

Según datos del CENSO 2010 en la Argentina 450.000 familias que viven en zonas rurales aún no acceden al derecho de un agua de calidad.


A la problemática de la escasez del recurso y su contaminación, se suma el efecto del cambio climático que profundiza la disparidad en la disponibilidad de agua en los territorios. “A nivel país, se registran ciclos más largos de sequía y mayor frecuencia de eventos climáticos extremos”, indicó Guiñazú, y explicó que ello provoca que la disponibilidad de agua no coincida con la mayor demanda de parte de los cultivos.
“Frente a estos escenarios, los proyectos implementan distintas estrategias para desarrollar tecnologías que permitan amortiguar sus efectos, lograr una mejor adaptación y una mayor resiliencia en el territorio”, agregó.
Para trabajar estos y otros aspectos vinculados al agua, la Red de Acceso, Uso y Gestión del Agua del INTA busca promover espacios interinstitucionales para intercambiar experiencias y formar capacidades. “Si bien cada proyecto tiene su línea de investigación y actividades, desde la Red buscamos puntos en común para interactuar con otras instituciones, cubrir las distintas demandas y abordarlas de manera conjunta en el territorio”, señaló la coordinadora.
El próximo 31 de marzo se llevará a cabo la Webinar “Red de Agua INTA: una herramienta de trabajo de articulación intra e interinstitucional” para presentar las líneas de trabajo de la Red y convocar a distintos actores del medio para alentar la cooperación en proyectos vinculados al acceso, uso y gestión del agua.
El encuentro es de libre acceso y está destinado a productores, investigadores, técnicos especializados o con interés en la temática y decisores políticos.


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