No alcanzó la reacción
A Roca le hicieron tres goles en 11’, pero descontó por dos y estuvo cerca de la hazaña en Ramallo.
FEDERAL A
Lo que se encaminaba a transformarse en la derrota más dura para Deportivo Roca en este Torneo Federal A, la entrega y sacrificio del equipo de Diego Landeiro modificó la supuesta catástrofe deportiva, en una derrota digna ante uno de los equipos que mejor juega en la categoría. Cuando se había jugado apenas 26 minutos, el partido era lo más parecido a una pesadilla para el Naranja en Villa Ramallo. En apenas 11’, Defensores de Belgrano tuvo una ráfaga de efectividad total, y en una misma cantidad de llegadas le marcó tres tantos a un Depo azorado y a punto del colapso. Pero gracias esa actitud de nunca bajar los brazos, le permitió al Roca salir con la frente en alto pese a perder 3-2, por el cuarto capítulo del Tetradecagonal. Desde el primer minuto, el Naranja supo que enfrentaba a unos de los equipos con mejor pie de la categoría. Bulgarelli, Ceballos y Blanco manejaban los hilos del equipo de Gabriel Gómez, aunque el Depo no pasaba sobresaltos ya que su mediocampo daba batalla, con la novedad del ingreso de Alexis Cire por el lesionado Diego Guevara. Sin embrago, llegando al cuarto de hora una desinteligencia en el fondo visitante fue aprovechada por Blanco, quien asistió a Lessman para que el goleador definiera casi abajo del arco ante un indefenso Leo Serrano. La desventaja fue un golpe difícil de asimilar para el Depo, a tal punto que apenas dos minutos después, Javier Fernández metió un cabezazo de pique al suelo y marcó el 2-0 para Defensores, quien daba muestras de una efectividad total: dos llegadas, dos conquistas. La defensa de Roca la pasaba mal porque tanto Bulgarelli como Blanco explotaban acertadamente las espaldas de la zaga. Ante la falta de soluciones, el lapso fatal del Depo continuó su curso y a los 26 una gran jugada colectiva terminó en la red, donde Juan Ceballos fue el último ejecutante. El Granate y una marca récord: tres goles en 11’. Pero en el momento menos pensado, el Depo salió de su letargo. Guillermo Aguirre metió un cabezazo inatajable y el sueño de la remontada comenzó a tomar forma. Más aún después de los 40’ cuando Pachorra Castro puso un centro en el punto penal donde Jonathan Morán se anticipó a su defensor y definió ante Herrera. Un 2-3 antes del descanso no era mal negocio. De todas maneras, en el complemento al Depo le faltó la puntería que le hubiera permitido traerse un punto de Ramallo. Lo tuvo el ingresado Paul Carrasco y también Lucas Volken, el goleador Naranja que anda con la pólvora mojada. No hubo reproches al final. Los hombres de Landeiro habían dejado todo, revirtiendo una imagen desnuda y desdibujada que se gestó al comienzo del encuentro, y que con temple y actitud supieron transformar. Ahora se viene Talleres y el Depo tendrá la chance de conseguir ante un grande lo que hasta ahora se le ha negado en este Tetradecagonal: la victoria.
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