Al Margen festejó sus 10 años con música en el Cívico

ANIVERSARIO

Si algo no se imaginaron en aquellos primeros días fue que alguna vez podían romper un récord, y aun hoy no les preocupa. Pero lo cierto es que en este 2014 la revista Al Margen cumple 10 años y sus hacedores decidieron festejarlo ayer con un gran convocatoria musical en el Centro Cívico.

La fiesta comenzó a media tarde con varios grupos locales, a la espera del plato fuerte con el recital de Arbolito, una banda de larga trayectoria y cercanía inocultable con el perfil social e independiente de la revista.

El coordinador editorial de la publicación, Sebastián Carapezza, recordó que el número 1 estuvo en la calle en abril de 2004, pero el “equipo de comunicación” ya había comenzado a trabajar en el verano de ese año.

Tan importante como el staff de periodistas es desde entonces el nutrido grupo de vendedores, quienes en muchos casos obtienen con ese trabajo su único ingreso regular.

Al igual que otras revistas similares, Al Margen nació apoyada básicamente en el trabajo voluntario, con el expreso fin de ofrecer una alternativa económica a personas desocupadas, excluidas y hasta pacientes de salud mental.

Los vendedores la quieren como nadie, la ofrecen en la vía pública, en oficinas y colectivos, y se quedan con el 55% del precio de tapa, que actualmente es de 10 pesos.

Esa expresa finalidad está clara desde el vamos y es conocida por los lectores, que la compran en la calle o la buscan en los “nodos”. La revista no tiene una periodicidad definida, pero el equipo de redacción busca que los intervalos nunca lleguen a los dos meses. “Tratamos de sacar ocho números por año”, dijo Carapezza. Cada tirada ronda los 3.200 ejemplares.

En materia de contenidos, la revista también tiene mucho para decir. Según su declaración de principios, la “línea editorial” de Al Margen remite a los temas “donde los derechos han sido vulnerados” y se ocupa de acompañar a las organizaciones sociales de Bariloche y del medio rural, además de dar espacio a “esas otras noticias que los grandes medios ignoran”.

El último número incluye un reportaje al presidente de Bolivia Evo Morales. También aparece destacado en la tapa un informe sobre “las voces y sombras” de la cárcel local, donde el colectivo Al Margen brinda talleres de comunicación.

Carapezza dijo que siempre les preocupó mantener un “equilibrio” entre el buen periodismo y el trabajo social, con la idea de ser “autogestivos”. Admitió no obstante que a veces las urgencias han relegado los criterios estéticos a un segundo plano.

En 2004 surgió el proyecto editorial, pero sólo un año después Al Margen empezó a organizarse como “colectivo”, con emprendimientos como la cooperativa Laburar, el espacio de formación El Semillero y la participación en el estacionamiento medido.

Carapezza dijo que en conjunto, con todas esas líneas de trabajo (incluida la venta de la revista) alrededor de 65 personas perciben un ingreso que contribuye a mejorar su calidad de vida.

A la hora de señalar cuáles fueron las mejores notas publicadas en esta primera década recordó una entrevista exclusiva con Eduardo Galeano, una primera nota a Evo Morales (realizada hace varios años), otras con “figuritas difíciles” como Skay Beilinson y también la crónica que redactaron luego de caminar 55 kilómetros hasta el lago Escondido, por tierras del magnate Joe Lewis.

DeBariloche