Al nene le dieron de comer e investigan si fue dopado

En la autopsia descubrieron granos de choclo. Se confirma que cuando pidieron el rescate estaba vivo.

BUENOS AIRES (Télam).- Los captores de Santiago Miralles, el niño de 6 años que fue secuestrado y asesinado en la localidad bonaerense de Canning, le dieron al menos una comida antes de matarlo y los pesquisas esperan una serie de estudios complementarios para determinar si así lo doparon para mantenerlo calmo durante su cautiverio.

Fuentes judiciales y policiales confirmaron que durante la autopsia realizada en la morgue de La Matanza, los médicos forenses detectaron en el sistema digestivo del niño granos de choclo, pero de acuerdo a sus padres, la última comida que el nene había consumido era pastel de papa y milanesas.

«Ni el pastel de papa ni las milanesas se hacen con choclo. Para nosotros el chico comió un locro o algún tipo de guiso», reveló uno de los investigadores que tuvo acceso al informe de la autopsia.

El abogado de la familia Miralles, Rolando Quintana, también comentó que «Santiago no comió choclo en su casa» y que espera la culminación de los estudios histopatológicos que se están realizando en la Asesoría Pericial de La Plata «para determinar si el chico fue dopado durante esa comida».

El hallazgo de los granos de choclo le da a los pesquisas la certeza de que Santiago fue alimentado al menos una vez después del almuerzo que recibió en su casa el mediodía del miércoles 13 de este mes, el día que desapareció en horas de la tarde.

Que Santiaguito haya sido alimentado por sus captores también fortalece la hipótesis de que aún estaba con vida cuando la familia recibió el jueves 14, a las 11.14, el llamado extorsivo desde un teléfono público de una estación de servicio situada a seis cuadras, con la exigencia de 20 mil pesos y que se libere la zona de policías y periodistas.

Es que los forenses también determinaron que al niño lo asesinaron unas 36 horas antes del hallazgo del cadáver -que fue el sábado por la tarde-, es decir, durante la noche del jueves o la madrugada del viernes de la semana pasada.

En tanto, hoy por la mañana, expertos en levanta

miento de rastros volverán a allanar la quinta donde el niño fue encontrado asesinado y la casa de otro de los detenidos, en busca de más evidencia para poder determinar fehacientemente dónde asesinaron al chico y cuál fue el sitio de cautiverio.

También se esperan resultados de la labor pericial en torno al análisis de varios elementos secuestrados en las quintas que cuidaban cuatro de los detenidos, todos uruguayos: el matrimonio Enrique y Ana Isabel Coito Machado, su hijo Henry Alexander y Abel Domínguez.

Una fuente judicial afirmó que en los allanamientos del miércoles se levantaron «pruebas interesantes» para aportar a la causa, entre ellas restos hemáticos, pelos y hasta colchones que fueron secuestrados y serán peritados.

Los investigadores también tratan de determinar si el Volkswagen Gol que pertenecía a Domínguez, uno de los acusados presos por el hecho, fue utilizado «como carretilla» para transportar el cadáver hasta el pozo donde fue arrojado.

La sospecha surgió luego que se hallaron manchas en una de las alfombras del auto, las que serán analizadas para determinar si son de sangre y, en caso positivo, si es de Santiaguito.


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