Alarma ante el riesgo que desaparezca un área municipal en Bariloche
Fab Lab no está institucionalizado y los trabajadores tienen contratos por locación de servicios. Crearon un Club de Amigos para subsistir.
Ante el riesgo de que el Fab Lab desaparezca, los trabajadores de ese emprendimiento que nació hace cuatro años para fomentar las “industrias creativas” decidieron crear un “Club de Amigos” y visibilizar el reclamo para que sea reconocido dentro de la estructura del municipio.
“El Fab Lab no tiene un espacio en la estructura municipal, no está institucionalizado y el riesgo de que desaparezca siempre está” dijo Javier Delfino, uno de los voceros del Club de Amigos.
Actualmente trabajan en el espacio un empleado administrativo designado por el municipio y dos diseñadores industriales, que desde hace años tienen contratos renovables de “locación de servicios”, facturan como monotributistas y cumplen un horario extendido que excede por lejos el de la administración municipal.
Bariloche tiene un laboratorio para innovadores
Delfino dijo que desde el Club aspiran a convocar a emprendedores, empresas e instituciones educativas, con la mira puesta en asegurar la continuidad del Fab Lab y “que se institucionalice dentro de la estructura municipal, con el objetivo de su consolidación y perdurabilidad”.
Una de las señales de alarma, dijo el vocero, fue la reciente renuncia de uno de los empleados administrativos que no fue reemplazado. Además “se cortó internet durante 3 meses por falta de pago”, cuando se trata de un insumo clave para el espacio.
El subsecretario municipal de Innovación Productiva, Julio Costa Paz, dijo que está previsto incluir al Fab Lab dentro de una nueva área que integrará también a la dirección de Trabajo, a Punto Pyme y a Emprendimientos Productivos.
También señaló que presentaron el proyecto para asignarle recursos en el presupuesto 2020. Pero admitió que ya estaba en el presupuesto actual y aun así el Fab Lab sigue en la informalidad, sin empleados de planta y sin participar de la estructura municipal.
Peter Schwarzbock, uno de los diseñadores industriales que trabaja en el laboratorio, reconoció que “la continuidad está en riesgo desde el primer día, no es hoy peor que antes”. Señaló que “el espacio está decaído y la comunidad lo percibe”.
El Fab Lab brinda asesoría técnica en diseño, investigación, producción y desarrollo con nuevas tecnologías. En su sede de la calle juramento se realizan encuentros de co working, trabajo multidisciplinario, desarrollo de prototipos, y se “incuban” proyectos que tienen dos vertientes: la ciencia y tecnología y también la actividad artística.
“Siempre pedimos que lo formalicen, pero por algún motivo no avanza”, señaló Schwarzbock.

Dijo que el formato Fab Lab existe en distintos países, asociado a universidades o directamente a organismos privados. Aseguró que hay “unos 5.700 en todo el mundo”, pero el de Bariloche es el único de todo el país que funciona en la órbita de un municipio y es “de acceso público y gratuito”.
Consideró que el gobierno municipal debería mantenerlo y potenciarlo porque “responde a una política pública que siempre se subraya y que tiene que ver con la diversificación de la matriz productiva”.
Costa Paz dijo que no hay motivos para pensar en su desapareición, que la intención es fortalecer el Fab Lab y “convocar a las escuelas para que lo conozcan”. Aseguró que “va a estar incluido en el nuevo escalafón municipal”.
Ante el riesgo de que el Fab Lab desaparezca, los trabajadores de ese emprendimiento que nació hace cuatro años para fomentar las “industrias creativas” decidieron crear un “Club de Amigos” y visibilizar el reclamo para que sea reconocido dentro de la estructura del municipio.
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