Alarma en barrios de Neuquén y Cipolletti por crecida del río Neuquén

Los últimos dos años de sequía tuvieron una paradójica consecuencia. Las construcciones avanzaron en zonas costeras y ahora la erogación de las represas, consideradas normales, plantea un serio riesgo para familias de Vista Alegre, en Neuquén, y Costa Norte, en Cipolletti. Anoche se esperaban evacuaciones.

NEUQUEN (AN).- A los vecinos del barrio Costa de Reyes en Vista Alegre Sur el río se les instaló en el patio trasero y deberán ser evacuados si la operadora de la hidroeléctrica Cerros Colorados decide erogar hasta el límite de 600 metros cúbicos por segundo. Anoche se esperaba un pico de creciente y todo el personal municipal, incluso el administrativo, permanecía afectado al operativo de eventual rescate y evacuación.

El intendente Ernesto Meschini declaró la localidad en alerta no sólo por los vecinos sino porque existe un peligro mayor: que el agua llegue a los pozos petroleros y provoque un desastre ecológico. En barrios ribereños cipoleños, también se registran inconvenientes.

Mientras, una fuente de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas señaló que «no existe» un límite de erogación en invierno y atribuyó los inconvenientes en barrios neuquinos a la falta de una ley que establezca la línea de ribera.

Ayer el pozo de la firma Pérez Companc ubicado al final de la calle 11 en la zona conocida como «Puen-te Pérez» fue constantemente vigilado por autoridades del municipio y por chacareros de la zona. El río está a apenas 20 metros de la cigüeña.

La crecida afectó a siete familias que fueron evacuadas por el munici-pio y está socavando un puente-alcantarilla sobre la calle que bordea la costa. Se prohibió que el colectivo de la empresa Sarmiento circule por esa arteria.

El intendente Meschini comenzó a pedir auxilio desde temprano tanto en organismos oficiales como a tra-vés de las radios. A las 14 llegó hasta el lugar Erik González, director provincial de Defensa Civil, quien tras constatar hasta dónde había llegado el agua se comprometió a hacer las gestiones ante Hidroeléctrica Cerros Colorados para que no se aumente el caudal erogado.

La preocupación de las autoridades de Vista Alegre es que el río Neuquén creció en esa magnitud con un caudal de erogación de 535 metros cúbicos por segundo cuando el caudal máximo programado es de 600 metros cúbicos. Pese a la crecida y a la preocupación del intendente la mayoría de los vecinos de Costa de Reyes no modificó su rutina. Aseguran que el río experimenta una creciente cíclica cada cuatro años y aunque el agua ahora está muy cerca «nunca llegó hasta la casa». No piensan en la inundación y menos en irse momentáneamente: le temen más a los robos que al agua.

Si bien los vecinos de Costa de Reyes serían los más afectados por una mayor crecida, la preocupación del municipio se extiende a gran parte de Vista Alegre porque el río desborde por el sistema de canales.

El intendente Ernesto Meschini aseguró ayer que accionará judicialmente «contra los responsables». Su evidente malhumor radicaba en que hace 15 días tuvo una reunión con las autoridades de Defensa Civil provincial donde se analizó precisamente el tema de la creciente del río Neuquén. Le entregaron un informe elaborado por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas donde en vez de fijar las medidas para evitar la inundación se indicaban los caminos de escape para los vecinos de Vista Alegre.

El martes a la noche cinco familias fueron evacuadas y otras dos tuvieron que abandonar anoche sus viviendas. Pero también se anegaron varios cuadros de chacras que lindan con el río.

Javier Lincopan y su esposa fueron una de las familias evacuadas. Son una joven pareja que desde hace una año viven en la zona más baja de Costa de Reyes, muy cerca de una canchita de fútbol que quedó bajo el agua y donde ayer los pavos y patos de los vecinos ocuparon el lugar habitual de los chicos futboleros.

La casa de Lincopan quedó rodeada por el agua. No se inundó pero lo obligó a tomar las pertenencias de mayor valor y trasladarse a la casa de su padre, un pastor evangelista.

A los demás el municipio debió conseguirles alojamiento porque no tenían dónde ir.

La situación en Costa Norte

CIPOLLETTI (AC).- El sector cipoleño de «Costa Norte» es el más perjudicado por las crecidas del río Neuquén. Ayer, varios vecinos mostraron su preocupación por la situación que viven «desde hace una semana», y reclamaron que les lleven escombros para rellenar y evitar que el agua llegue hasta el interior de sus casas.

Ayer, el río llegaba hasta el patio de varias viviendas. «Es un peligro para los nenes. Tenemos que tenerlos siempre adentro», manifestaron las vecinas.

En realidad, en jurisdicción de Cipolletti, el riesgo se traslada a toda la zona ribereña. Pero, por lo menos ayer, los barrios de Costa Sur y Labraña no tenían tantos problemas como el sector de Costa Norte.

Las casas del barrio Costa Norte están construidas a la vera del río. En épocas normales son pocos los metros que separan a las viviendas del agua. Pero ahora las distancias se acortaron.

Hasta los cercos que la gente tiene como prevención para evitar que los chicos se acerquen al río, están tapados por el agua.

Sonia Vega, una de las vecinas, mencionó que «nunca había visto algo así. Esta vez creció mucho el río». Y como los demás, pidió que les lleven escombros.

Vega es una de las mujeres que hace unos pocos meses perdió parte de su vivienda por un incendio.

Temor por los pozos de petróleo

NEUQUEN (AN).- Una de las principales preocupaciones de las autoridades de Vista Alegre y de productores de esa zona es el impacto de la crecida sobre los pozos petroleros. Especialmente una cigüeña al final de la calle 11. Para llegar hasta allí ayer se debía pasar por una zona totalmente anegada a punto tal que algunos productores que fueron a controlar el comportamiento del río, optaron por calzar botas de gomas y caminar y no exponerse a cruzar con el auto.

El intendente Ernesto Meschini y el responsable de Defensa Civil del municipio, Luis Garrido, estuvieron temprano en ese lugar. También supervisaron un pozo sellado e inactivo en otra de la chacras inundadas.

Al mediodía hizo lo mismo Gladys Sánchez junto con un ingeniero en petróleo que dejó esa actividad para dedicarse a la producción frutícola. Llegaron a pie y en el camino inundado vieron un chancho muerto, víctima de la crecida. Como chacareros se oponen a la explotación petrolera en las zonas de chacras.

Llevaban una cámara fotográfica para retratar lo cerca que el río estaba de la cigüeña: 20 metros. Si bien el pozo está montado sobre un lugar alto, un aumento del caudal lo anegaría y podría provocar un desastre ecológico si la corriente actuara sobre la base de la estructura.

Se mantendrán los niveles, dice Cuencas

CIPOLLETTI (AC).- Por la demanda del mercado y por el régimen de recuperación de los embalses los niveles del río Neuquén se mantendrán entre los 560 y 580 metros cúbicos por segundo. Esto fue informado en la víspera por la Autoridad de Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro.

El nivel del Neuquén fluctuó entre los 560 y 575 metros cúbicos lo que fue calificado de «normal» por el organismo.

Para que sea necesario atenuar las crecidas se deberían superar los 600 metros cúbicos de promedio diario, cosa que hasta el momento no ha ocurrido y no está previsto.

Sin embargo, se indicó que no existe un cronograma acerca de los caudales. Si bien no están previstas modificaciones sustanciales para los próximos días, se aclaró que todo depende de la demanda del mercado, pero que de todos modos difícilmente provoquen variantes significativas. La combinación de la recuperación de los embalses y la demanda de energía confluyen para que se produzcan estos niveles especialmente sobre el río Neuquén. Serán las direcciones de Defensa Civil de cada una de las localidades ribereñas las que monitorearán la evolución de los caudales, en contacto permanente con la AIC.

Otra fuente del organismo señaló a «Río Negro» que estos inconvenientes se producen porque no hay una ley de líneas de ribera que determine el límite de metros hasta donde puede subir el agua.

Los dos años con caudales altamente deficitarios, las modificaciones de los lechos del río y tierras que ante esta situación fueron ganadas al cauce son los causantes de algunos inconvenientes menores, de acuerdo a la calificación de la AIC.

En tanto, el río Limay tiene un caudal de 295 metros por segundo, considerado como «mínimo», al igual que el río Negro que eroga unos 860 metros por segundo, calificado de la misma forma.

Respecto de los embalses, la AIC consideró que en general se encuentran por debajo de los niveles normales por lo que no existe motivo de alarma.


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