Alarma por rotura de caño de gas en Bariloche
Evacuaron todos los edificios durante dos horas.
RIO NEGRO
BARILOCHE (AB).- La empresa que tiene a su cargo las obras de remodelación de la calle Mitre rompió ayer un caño de gas y obligó a evacuar varios comercios, oficinas y la sede central de la Universidad Nacional de Río Negro durante casi dos horas. El ruido del ducto perforado y el penetrante olor a gas alarmó a los transeúntes alrededor de las 11:15 cuando una máquina “bobcat” trabajaba en el zanjeo en la cuadra de Mitre entre Frey y John O’Connor. De inmediato los operarios recorrieron los locales para recomendar la evacuación hacia las esquinas y cuidaron, por prevención, que nadie fume en las cercanías. El escape de gas se prolongó durante 30 minutos, hasta que llegaron operarios de Camuzzi para obturar el caño. También trabajaron en el lugar Bomberos Centro y Protección Civil del municipio. A pesar de la decisión de evacuar, el operativo resultó muy improvisado y no hubo un protocolo preciso, al punto de que los clientes de una parrilla ubicada en la esquina de Frey siguieron en sus mesas como si nada pasara, lo mismo que los empleados. “Fueron avisados y es su decisión”, dijo un agente municipal. En esa cuadra hay también un hotel que en estos días está cerrado, una chocolatería y café, locales de ropa, una farmacia, la sede local de Ipross, la UNRN y la delegación del Ministerio de Trabajo. La cuadra permanece vallada y cerrada al tránsito vehicular desde mediados de febrero para que la empresa Planobra ejecute los trabajos de remodelación, que fueron licitados el año pasado y serán pagados con un crédito del BID. Pasado el mediodía se presentó en el lugar el jefe de Gabinete Pablo Chamatrópulos para constatar si también había que evacuar o cerrar la atención al público en las oficinas de Hacienda del municipio, que se encuentran en Mitre al 500. Pero no hizo falta porque la separan más de 100 metros del lugar del incidente. A pesar de que el área afectada está en el epicentro comercial de Bariloche el movimiento de gente es relativamente escaso, justamente por las incomodidades que impone la obra. “Después del mediodía esta zona está muerta, las ventas bajaron mucho” se quejó ayer Silvia, titular de un comercio de camperas. Aseguró que Planobra se comprometió “por escrito” a demorar no más de 45 días por cuadra “y ese plazo se cumplió el viernes pasado”. Señaló que el avance de los trabajos es muy lento y “esto va para dos meses más por lo menos”. Agregó además que el local que alquila sufrió fisuras en las paredes por el trabajo de los martillos neumáticos y “a otros de las cuadras les pasó lo mismo”. Otro comerciante, Luis Brogger (de Tante Frida), también habló del plazo de 45 días, pero calculó que excluye feriados, de modo que aun no se habría cumplido. De todos modos su preocupación es la lentitud de la obra, a lo que se agregó el la fuga de gas de ayer, que podría demorar todo hasta que se ajusten los planos y la metodología de trabajo. “Es una empresa privada –aseguró–. A mi juicio una obra de esta envergadura debería tener más aplicación de gente y otra organización”. Chamatrópulos dijo que el plazo comprometido era de 60 días por cuadra y todavía faltan unas dos semanas para que se cumpla, pero a simple vista todo indica que la empresa no va a llegar. El funcionario afirmó que sin profundizar en cuestiones técnicas, los trabajos de Planobra “no tienen el ritmo que uno quisiera”.
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