Albanesi busca dólares y megawatts
El holding invertirá u$s 80 millones para cerrar el ciclo de la central térmica roca. Sumará 60 mw
El grupo Albanesi busca financiamiento para encarar la construcción del ciclo combinado en la Central Térmica Roca, que demandará una inversión de 80 millones de dólares. La firma cerró hace dos semanas un nuevo contrato de abastecimiento al Mercado Eléctrico Mayorista con Cammesa, que entre otros puntos le exige cerrar el ciclo para aumentar la potencia instalada en 60 megas, un 50% de su oferta actual. Según comunicó la empresa a la Bolsa de Comercio, los trabajos llevarán dos años y aún no hay fecha de comienzo de obras. Sin embargo, el directorio ya inició el recorrido para obtener el dinero necesario, aunque será la asamblea de accionistas la que determine, en noviembre próximo, la arquitectura para conseguirlo. En principio, según se adelantó, se buscarán en el mercado 60 millones de dólares. En un contexto donde la suba de tarifas parece inminente, una emisión de este tipo podría resultar exitosa. Por el otro, Albanesi se compromete a financiar a través de una de sus subsidiarias los restantes 20 millones. Productividad La puesta en marcha de un ciclo combinado implica una mejora considerable de la productividad de cualquier central térmica. A una turbina que funciona a combustión de gas se le agrega un sistema de circulación de agua que, vaporizada por el calor, mueve a su vez otra turbina, optimizando el uso del combustible. Desde el 2013, la Central Térmica Roca, ubicada a pocos kilómetros de la localidad del mismo nombre, no sólo produce a gas sino a gasoil. Posee una turbina General Electric de 126 megas de capacidad. El cierre del ciclo no sólo implicará el montaje de una nueva turbina sino que la empresa planifica sumar un acueducto de 20 kilómetros. El cierre del ciclo se convertirá en hito dentro del errático camino de esta central. En el 2009, una falla en el compartimiento de la turbina provocó un incendio y los álabes de la máquina quedaron destruidos. En aquel entonces las instalaciones pertenecían a la firma Turbine Power. En el 2011, el grupo Albanesi adquirió la usina por 96 millones de pesos y tuvo que invertir otros 295 millones para volver a ponerla en marcha. Por su ubicación, la central es clave para generar estabilidad en el sistema eléctrico del Alto Valle, que tuvo varios sobresaltos los años que permaneció sin generar. Cuello de botella La ampliación de la potencia instalada en Argentina representa un desafío central para los próximos años. Según un estudio de la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye), harán falta unos 20.000 megas de potencia extras en el país para cubrir la demanda, según una hipótesis de un crecimiento económico sostenido. Para ello, se requiere una inversión de 47.000 millones de dólares, una cifra gigantesca. Además de la tecnología nuclear y la apuesta a las eólicas, la opción más a mano para poder cubrir ese bache son justamente los ciclos combinados, que mejoran la eficiencia del parque térmico en plazos relativamente cortos y con costos de construcción bajos. El otro desafío es dejar de importar gas para la generación y, más importante, dejar de usar gasoil, un combustible más caro y más contaminante. Vaca Muerta podría ser una salida, pero todavía falta para que su producción se consolide.
La central térmica salió de funcionamiento en el 2009, cuando sufrió una rotura en su turbina. En el 2013 comenzó a operar también a gasoil. Tiene una potencia de 126 megas.
Buscan ampliar la capacidad instalada
El grupo Albanesi busca financiamiento para encarar la construcción del ciclo combinado en la Central Térmica Roca, que demandará una inversión de 80 millones de dólares. La firma cerró hace dos semanas un nuevo contrato de abastecimiento al Mercado Eléctrico Mayorista con Cammesa, que entre otros puntos le exige cerrar el ciclo para aumentar la potencia instalada en 60 megas, un 50% de su oferta actual. Según comunicó la empresa a la Bolsa de Comercio, los trabajos llevarán dos años y aún no hay fecha de comienzo de obras. Sin embargo, el directorio ya inició el recorrido para obtener el dinero necesario, aunque será la asamblea de accionistas la que determine, en noviembre próximo, la arquitectura para conseguirlo. En principio, según se adelantó, se buscarán en el mercado 60 millones de dólares. En un contexto donde la suba de tarifas parece inminente, una emisión de este tipo podría resultar exitosa. Por el otro, Albanesi se compromete a financiar a través de una de sus subsidiarias los restantes 20 millones. Productividad La puesta en marcha de un ciclo combinado implica una mejora considerable de la productividad de cualquier central térmica. A una turbina que funciona a combustión de gas se le agrega un sistema de circulación de agua que, vaporizada por el calor, mueve a su vez otra turbina, optimizando el uso del combustible. Desde el 2013, la Central Térmica Roca, ubicada a pocos kilómetros de la localidad del mismo nombre, no sólo produce a gas sino a gasoil. Posee una turbina General Electric de 126 megas de capacidad. El cierre del ciclo no sólo implicará el montaje de una nueva turbina sino que la empresa planifica sumar un acueducto de 20 kilómetros. El cierre del ciclo se convertirá en hito dentro del errático camino de esta central. En el 2009, una falla en el compartimiento de la turbina provocó un incendio y los álabes de la máquina quedaron destruidos. En aquel entonces las instalaciones pertenecían a la firma Turbine Power. En el 2011, el grupo Albanesi adquirió la usina por 96 millones de pesos y tuvo que invertir otros 295 millones para volver a ponerla en marcha. Por su ubicación, la central es clave para generar estabilidad en el sistema eléctrico del Alto Valle, que tuvo varios sobresaltos los años que permaneció sin generar. Cuello de botella La ampliación de la potencia instalada en Argentina representa un desafío central para los próximos años. Según un estudio de la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye), harán falta unos 20.000 megas de potencia extras en el país para cubrir la demanda, según una hipótesis de un crecimiento económico sostenido. Para ello, se requiere una inversión de 47.000 millones de dólares, una cifra gigantesca. Además de la tecnología nuclear y la apuesta a las eólicas, la opción más a mano para poder cubrir ese bache son justamente los ciclos combinados, que mejoran la eficiencia del parque térmico en plazos relativamente cortos y con costos de construcción bajos. El otro desafío es dejar de importar gas para la generación y, más importante, dejar de usar gasoil, un combustible más caro y más contaminante. Vaca Muerta podría ser una salida, pero todavía falta para que su producción se consolide.
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