Albergues a la carta
Los refugios de montaña como alternativa para disfrutar en la cordillera misma. Y, si de glaciares secretos o nieves eternas se trata, el cerro Tronador es otro de los paisajes imperdibles.
¿Disfrutar de un refugio de montaña con toda la familia, sin subir a la montaña? ¿Llegar en auto a un auténtico refugio de montaña? ¿Aprender en familia sobre la flora, la fauna y todos los secretos del parque nacional? Bueno, entonces la visita obligada es el Refugio Neumeyer, en el Valle del Challhuaco. Está cerca del centro de Bariloche, sólo hay que salir a la Ruta 40 que va a El Bolsón, entrar a la avenida de Circunvalación y al kilómetro de recorrerla tomar el camino señalizado que parte a la derecha. Al iniciar el camino, comienza la experiencia. Doce kilómetros pasando por seis puentes que cruzan diferentes arroyos y a los costados los cerros Carbón, Ñireco, Ventana y Challhuaco. Aventura en caravana Los administradores del refugio también ofrecen la posibilidad de que cada visitante llegue en su propio vehículo, en caravana, para vivir una experiencia de manejo bien patagónica. La buena atención y calidez de sus anfitriones hacen del refugio Neumeyer un atractivo especial. El albergue cuenta con todas las comodidades: calefacción a leña, luz, cocina preparada para servir hasta 60 personas, baños para damas y caballeros con duchas y agua caliente y dormitorio para tender sus bolsas de dormir. En el amplio comedor y salón con vista al bosque andino de lengas y amancay se puede disfrutar de deliciosos platos típicos de montaña, caseros, tanto de almuerzo y cena como también a la hora del té. Alrededor del refugio salen cinco senderos, que cualquiera puede realizar ya que son verdaderas “veredas” naturales en pleno bosque. Todos están debidamente marcados con diferentes colores, por lo tanto es muy fácil seguirlos. Algunos senderos de trekking son recorridos panorámicos y otros son senderos de interpretación botánica. Muchos visitantes aprovechan de caminar temprano para luego regresar al refugio y almorzar una trucha rellena con verduras (los precios son muy accesibles). Si se prefiere se puede quedar a descansar bajo los árboles. Quienes ya lo han experimentado, recomiendan que una buena siesta bajo las lengas es incomparable. Al despertar, mates y tarta de frambuesas. Los pájaros carpinteros que se van descubriendo por los senderos son fácilmente fotografiables. Y entre otros atractivos, la Laguna Verde, única en el mundo, ofrece un encanto a parte. Entre la flora del lugar se puede encontrar una flor de gran poder de atracción por su belleza: el amancay. La misma forma verdaderas alfombras en el bosque la cual se disfruta desde fines de enero a febrero. El ejemplar es de color amarillo, con pequeñas gotitas rojas en sus pétalos. Cuenta la leyenda que son las manchas de sangre que quedaron plasmadas, producto del sacrificio de la joven Amancay para salvar la vida de su amor. Pero esa es otra historia. La voz del Tronador El cerro Tronador habla, grita, ruge y murmura. Quienes lo conocen, lo guarda en su memoria para siempre. Y quienes no, la propia montaña se encargará de atraerlos y contarles el secreto de la voz del Tronador. Es la montaña más alta, la que tiene tres picos, la más imponente. Es mil metros más alta que el resto y guarda glaciares, nieves eternas y mil secretos. Dicen que su espíritu, hace miles de años, se cansó de las peleas entre los hombres. Sentó a su lado a los dos jefes de los pueblos rivales. Desde entonces se escuchan sus gritos de reproche. Para esconder la vergüenza, cubrió la escena con un manto blanco. Llegar al Tronador es fácil. Ruta 40 sur, camino a El Bolsón. Cuando finaliza el lago Mascardi, en Villa Mascardi, se dobla a la derecha. Y desde allí, luego del ingreso al Parque Nacional, comienza un paseo que es digno de disfrutar. Se recomienda ir despacio. También es aconsejable hacer este paseo contratando una agencia para aprovechar aún más no sólo las vistas, sino las explicaciones de los guías sobre la cultura, flora, la fauna, la historia y las características del recorrido. Ya cruzó el río Manso, (nace de los deshielos y cruza la cordillera a Chile) los campings donde algún día volverá a pasar un par de días, y Pampa Linda. Allí se va a encontrar con una hostería, historia de la región. Un poco más allá está el Ventisquero Negro, la punta de uno de los glaciares que bajan de lo más alto. Y un poco más adelante el pie mismo del Tronador. Miradores, caminatas a cascadas y grandes saltos de agua que no dejan de asombrar por su belleza natural. La montaña y el ruido de los enormes bloques de hielo desprendiéndose más allá de donde llega la mirada. Todo este paraíso tiene posibilidades de alojamiento. En el ingreso, el Hotel Mascardi. Más cerca de la montaña se encuentra el Hotel Tronador y la Hostería Pampa Linda ofrecen experiencias de estadía que se complementan con actividades en la naturaleza. En el Hotel Tronador, se puede hacer un alto para almorzar o tomar el té, con una vista extra al cerro Bonete y a colores mágicos del lago Mascardi. Un servicio completo de té tiene un costo de 38 pesos. En Pampa Linda una cabalgata al glaciar Castaño Overo, de cinco horas increíbles, tiene un costo de 240 por persona. Si realiza este paseo en auto, recuerde que hay horarios de ingreso y horarios para regresar. Otra variante es sumar a la cascada Los Alerces tomando el camino que se bifurca en el río Manso. Una excursión al Tronador, día completo, tiene un valor a partir de 215 pesos. Descubra el Tronador. Y escuche a la montaña. Más información: www.barilochepatagonia.info www.diversidadpatagonia.com
Bariloche
Gentileza Emprotur
¿Disfrutar de un refugio de montaña con toda la familia, sin subir a la montaña? ¿Llegar en auto a un auténtico refugio de montaña? ¿Aprender en familia sobre la flora, la fauna y todos los secretos del parque nacional? Bueno, entonces la visita obligada es el Refugio Neumeyer, en el Valle del Challhuaco. Está cerca del centro de Bariloche, sólo hay que salir a la Ruta 40 que va a El Bolsón, entrar a la avenida de Circunvalación y al kilómetro de recorrerla tomar el camino señalizado que parte a la derecha. Al iniciar el camino, comienza la experiencia. Doce kilómetros pasando por seis puentes que cruzan diferentes arroyos y a los costados los cerros Carbón, Ñireco, Ventana y Challhuaco. Aventura en caravana Los administradores del refugio también ofrecen la posibilidad de que cada visitante llegue en su propio vehículo, en caravana, para vivir una experiencia de manejo bien patagónica. La buena atención y calidez de sus anfitriones hacen del refugio Neumeyer un atractivo especial. El albergue cuenta con todas las comodidades: calefacción a leña, luz, cocina preparada para servir hasta 60 personas, baños para damas y caballeros con duchas y agua caliente y dormitorio para tender sus bolsas de dormir. En el amplio comedor y salón con vista al bosque andino de lengas y amancay se puede disfrutar de deliciosos platos típicos de montaña, caseros, tanto de almuerzo y cena como también a la hora del té. Alrededor del refugio salen cinco senderos, que cualquiera puede realizar ya que son verdaderas “veredas” naturales en pleno bosque. Todos están debidamente marcados con diferentes colores, por lo tanto es muy fácil seguirlos. Algunos senderos de trekking son recorridos panorámicos y otros son senderos de interpretación botánica. Muchos visitantes aprovechan de caminar temprano para luego regresar al refugio y almorzar una trucha rellena con verduras (los precios son muy accesibles). Si se prefiere se puede quedar a descansar bajo los árboles. Quienes ya lo han experimentado, recomiendan que una buena siesta bajo las lengas es incomparable. Al despertar, mates y tarta de frambuesas. Los pájaros carpinteros que se van descubriendo por los senderos son fácilmente fotografiables. Y entre otros atractivos, la Laguna Verde, única en el mundo, ofrece un encanto a parte. Entre la flora del lugar se puede encontrar una flor de gran poder de atracción por su belleza: el amancay. La misma forma verdaderas alfombras en el bosque la cual se disfruta desde fines de enero a febrero. El ejemplar es de color amarillo, con pequeñas gotitas rojas en sus pétalos. Cuenta la leyenda que son las manchas de sangre que quedaron plasmadas, producto del sacrificio de la joven Amancay para salvar la vida de su amor. Pero esa es otra historia. La voz del Tronador El cerro Tronador habla, grita, ruge y murmura. Quienes lo conocen, lo guarda en su memoria para siempre. Y quienes no, la propia montaña se encargará de atraerlos y contarles el secreto de la voz del Tronador. Es la montaña más alta, la que tiene tres picos, la más imponente. Es mil metros más alta que el resto y guarda glaciares, nieves eternas y mil secretos. Dicen que su espíritu, hace miles de años, se cansó de las peleas entre los hombres. Sentó a su lado a los dos jefes de los pueblos rivales. Desde entonces se escuchan sus gritos de reproche. Para esconder la vergüenza, cubrió la escena con un manto blanco. Llegar al Tronador es fácil. Ruta 40 sur, camino a El Bolsón. Cuando finaliza el lago Mascardi, en Villa Mascardi, se dobla a la derecha. Y desde allí, luego del ingreso al Parque Nacional, comienza un paseo que es digno de disfrutar. Se recomienda ir despacio. También es aconsejable hacer este paseo contratando una agencia para aprovechar aún más no sólo las vistas, sino las explicaciones de los guías sobre la cultura, flora, la fauna, la historia y las características del recorrido. Ya cruzó el río Manso, (nace de los deshielos y cruza la cordillera a Chile) los campings donde algún día volverá a pasar un par de días, y Pampa Linda. Allí se va a encontrar con una hostería, historia de la región. Un poco más allá está el Ventisquero Negro, la punta de uno de los glaciares que bajan de lo más alto. Y un poco más adelante el pie mismo del Tronador. Miradores, caminatas a cascadas y grandes saltos de agua que no dejan de asombrar por su belleza natural. La montaña y el ruido de los enormes bloques de hielo desprendiéndose más allá de donde llega la mirada. Todo este paraíso tiene posibilidades de alojamiento. En el ingreso, el Hotel Mascardi. Más cerca de la montaña se encuentra el Hotel Tronador y la Hostería Pampa Linda ofrecen experiencias de estadía que se complementan con actividades en la naturaleza. En el Hotel Tronador, se puede hacer un alto para almorzar o tomar el té, con una vista extra al cerro Bonete y a colores mágicos del lago Mascardi. Un servicio completo de té tiene un costo de 38 pesos. En Pampa Linda una cabalgata al glaciar Castaño Overo, de cinco horas increíbles, tiene un costo de 240 por persona. Si realiza este paseo en auto, recuerde que hay horarios de ingreso y horarios para regresar. Otra variante es sumar a la cascada Los Alerces tomando el camino que se bifurca en el río Manso. Una excursión al Tronador, día completo, tiene un valor a partir de 215 pesos. Descubra el Tronador. Y escuche a la montaña. Más información: www.barilochepatagonia.info www.diversidadpatagonia.com
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