Alfonsín prefiere que Duhalde se quede hasta diciembre

Pese a ello, la UCR apoyará la iniciativa de votar el 30 de marzo

BUENOS AIRES (ABA)- Aunque oficialmente Raúl Alfonsín aseguró el apoyo de la UCR a la ley que ratificará la convocatoria a elecciones generales para el 30 de marzo, la verdad es que tiene otra idea. A tres días de su sorpresiva reunión en la Quinta de Olivos con Duhalde, ahora se sabe que en realidad el ex mandatario preferiría que el Presidente se quede hasta diciembre del 2003. «Nosotros apoyamos a Duhalde si se quiere ir en mayo, porque ha hecho un gran esfuerzo al asumir una situación calamitosa. Pero sería bueno darle continuidad a este proceso de normalización, para garantizar unas elecciones tranquilas», señaló a «Río Negro» uno de sus voceros.

De hecho, hasta hace pocos días, Alfonsín sostenía abiertamente que «Duhalde debía completar el mandato hasta diciembre del 2003». Luego de la cumbre de Olivos, aclaró que «en las actuales circunstancias, la elección debe ser en marzo». Sin embargo, de acuerdo con trascendidos, fue el propio Presidente quien le pidió al líder radical que lo acompañara en esta decisión. Alfonsín, a regañadientes, le garantizó que los diputados de su partido votarán a favor de la ley que el jefe de Estado llevó días atrás al Congreso.

Alfonsín vio a un Duhalde exultante. El Presidente es optimista y le aseguró que el país ya salió de la crisis. «Don Raúl, ahora estamos en mejores condiciones de pactar un acuerdo a largo plazo con el FMI».

Algunos radicales sospechan que, en realidad, el objetivo de Duhalde es dejar el poder en mayo, para luego presentarse como candidato para retornar en diciembre. Alfonsín, le habría advertido al Presidente los peligros que conllevaría ese proyecto: «Tiraría por la borda todo lo hecho hasta acá, no se engolosine».

La UCR sabe que tiene escasísimas chances para las elecciones de marzo. El estigma del fracaso, de la supuesta ineptitud para gobernar, será duradero. Por eso, la cercanía de los comicios aterroriza a Alfonsín. El partido sigue sin tener un candidato que pueda superar el 5% de los votos, y carece de fuerza para establecer cualquier alianza. Hoy, más que sumar, la UCR parece ahuyentar votos. Por eso, correr las elecciones unos meses les daría a los radicales un poco más de tiempo para restablecerse. La preocupación alfonsinista se extiende al PJ: cree que el oficialismo tampoco está en condiciones de imponer un presidente con el poder suficiente para gobernar un país en crisis. La continuidad duhaldista hasta fines del 2003 afirmaría las posibilidades, entonces, de detener a Carlos Menem, el enemigo mutuo.

La resignación de la UCR

El candidato mejor posicionado de la Unión Cívica Radical es Rodolfo Terragno, adversario interno del alfonsinismo. Aunque su performance no es venturosa: apenas suma el 3 % de intención de votos en las encuestas más optimistas.

De confirmarse estos sondeos, el centenario partido hará la peor elección de su historia.

Ante este panorama, los jefes partidarios están resignados. Y enfocan sus esperanzas en el futuro más lejano.

La idea es conservar la estructura mínima que garantiza la presencia en las cámaras legislativas y las administraciones provinciales, y prepararse para las próximas elecciones legislativas, a realizarse en el 2005.

Por eso, la posibilidad real de que dentro de un año caduquen todos los mandatos suena a pesadilla en los oídos alfonsinistas.

(ABA)


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