Alfonsín y Sanz, bajo intenso peloteo

Bajo intenso peloteo de fondo está por estos días la interna de la UCR rionegrina para gobernador. Varios son los datos que conducen a este diagnóstico sobre un trámite que, como definiera “Chacho” Álvarez a este diario, “es el domicilio más venerado por el radicalismo. La interna no es una orilla en la vida del partido, una naturaleza que no permite gambetas: hay que estar ahí, ser ahí”. Los datos: • El 25 de febrero vuelve a Río Negro Ricardo Alfonsín. El precandidato a presidente estará dos días en la provincia. Vía una caravana que recorrerá el Alto Valle, ratificará su respaldo a Fernando Chironi, precandidato a mandatario provincial por el radicalismo orgánico, la franja del partido que no se transfirió al kirchnerismo. • En el ala que postula la candidatura de Bautista Mendioroz –uno de los líderes de aquella peronización– no se descarta que su más reciente adquisición en materia de palenque, el precandidato a presidente Ernesto Sanz, también visite la provincia antes de la elección interna del 13 de marzo. • La decisión de Sanz genera urticaria intensa en el radicalismo orgánico. Reacción que se traduce –al menos por ahora– con gestos agrios y medias palabras. En esa carpa se recuerda que, mientras el mendocino roló entre ir o no por la candidatura a la Rosada, emitió un mensaje: “Si voy, en tanto presidente del partido, no me meteré en ninguna interna provincial”. Cuando optó, se rectificó. Al menos en dirección a tres radicales que dan batalla por la gobernación de Chaco, Río Negro y Jujuy. Lo unen a ellos amistad, ideas y el duro entrevero contra el vaciamiento del radicalismo que proyectó y en parte logró el kirchnerismo. “No me meteré, no seré nadie en las internas de ustedes”, les dijo a Ángel Rosas, Fernando Chironi y Gerardo Morales. Pero claro, decía Carlos Pellegrini que los radicales “hacen política desde tanta retórica que se enredan con tanto hablar”. En alguna medida Sanz ratifica la vigencia de esta ecuación pellegriniana. • ¿Cuál es el núcleo duro que alimenta el enojo de los orgánicos de la UCR rionegrina? “No se trata tanto –explica uno de los fundadores de la línea– de palabra incumplida. En todo caso, en política la negación siempre está lista para perimir. Se trata de que Sanz se mete en la interna respaldando todo lo que combatió con firmeza: el radicalismo que traicionó al partido y se vendió al kirchnerismo por largo tiempo”. • Mientras tanto, el líder de los orgánicos calla. Pero quienes lo conocen aceptan que la decisión de Sanz es una estaca clavada en sus emociones. El mendocino como presidente del bloque de senadores nacionales de la UCR y el rionegrino como titular de la banca de diputados nacionales lideraron durante cuatro años, en el Parlamento, la resistencia radical de cara a la voracidad K, por ese tiempo prepotente aspirante a ser dueño de vidas y haciendas. Días en que Néstor Kirchner hizo sacar del protocolo de la Rosada al rionegrino. Y que, irritado al extremo con éste, le preguntaba públicamente al gobernador Miguel Saiz: “¿Cómo es posible que tengas a Chironi como diputado?”. Lapso en que Sanz denunciaba –vía una pieza forjada por intelecto inquieto– la responsabilidad que se descargaba sobre los radicales que se peronizaban. Una de las pocas reflexiones de definida calidad que ha producido un radical desde que Arturo Frondizi dejó de serlo. Claro, en la gramática de la política, mudar o no suele ser la regla que mide si se existe o no.

Interna en la UCR rionegrina

CARLOS TORRENGO carlostorrengo@hotmail.com


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