Alimentan a 280 personas por día

 CIPOLLETTI.- Es una de las iniciativas más positivas y solidarias de la ciudad, ya instalada y con una función social que se acentúa en importancia en estos momentos de necesidades económicas y desocupación.

Se trata de Cáritas. Por medio de su Centro de Promoción y Asistencia “Madre Teresa” todas las noches entrega raciones a 280 personas.

El presidente del centro es el párroco de La Sagrada Familia y Canciller del obispado de Río Negro, Jorge Fernández Pazos, mientras que Ana Rita Coccia, es la directora y “alma mater” de este emprendimiento, junto con un grupo de cipoleños.

Las 280 personas han sido censadas en función de sus difíciles problemáticas, aunque en tiempos de bolsillos vacíos y escasas fuentes laborales son muchos los que por afuera del censo piden, y obtienen cuando sobra algo, una ración del preciado alimento

El centro -con su comedor, que demandó una inversión de 60.000 pesos- funciona en el predio de la parroquia La Sagrada Familia, que incluye también al Instituto Fátima.

El comedor fue inaugurado por el obispo Pedro Pozzi.

Con el Evangelio

Coccia marcó en aquella ocasión el axioma que los guía en esta cruzada solidaria por los más pobres: “este es un compromiso grande, en concordancia con los dictados del Evangelio para ayudar al prójimo con amor y dedicación”.

Todas las tardes van llegando como en una peregrinación, de todos los puntos cardinales de la ciudad, los grandes y pequeños que retiran su comida y su pan, la cena diaria, vital para subsistir.

“Vienen de todo Cipolletti. Sentimos que a veces nos supera la situación, y queda al límite nuestra capacidad de esfuerzo, porque son muchos los necesitados”, dice Ana Rita Coccia.

Y el centro nuclea a unas 120 personas que se van rotando para preparar por grupos la comida que se entrega a la gente.

Ana Rita comentó que pudieron adquirir una cocina industrial con un subsidio de 20.000 pesos que donó el ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente de la Nación.

El año pasado y este año, como refuerzo a la cena, y pensando en los niños, se dio una copa de leche, beneficiando a casi 30 chicos por día.

Esta tarea desinteresada del centro “Madre Teresa”, sin mucha difusión, con el apoyo de mucha gente, permite que al año se distribuyan más de 100.000 raciones.

Aunque nunca nada alcanza, y la indigencia ocupa cada vez más dígitos en las encuestas, el comedor de Cáritas es un salvavidas para muchos cipoleños que encuentran allí alimento y amor. (AC)