Alivio para las clínicas de la región
ROCA (AR).- Las vacaciones están dando un leve respiro a los centros de salud privados de esta ciudad, que durante las últimas semanas estuvieron saturados de gente que demandaba atención médica por enfermedades respiratorias. No obstante, algunos sanatorios estuvieron trabajando al límite de la capacidad instalada, al punto de verse obligados a derivar pacientes a otros centros por falta de camas.
El receso invernal originó una disminución de la cantidad de pacientes que acuden a las clínicas para atenderse por infecciones respiratorias. «Durante las vacaciones, como la gente concurre menos al trabajo y los chicos no van a la escuela, hay menos contacto persona a persona, que es la principal vía de contagio», explicó al respecto el doctor Ariel Infran, responsable de la guardia de la Clínica Roca.
En cuanto a la disponibilidad de camas, indicó que durante las semanas más críticas, estuvieron colapsados y fue necesario realizar derivaciones a otros centros. «Tuvimos complicaciones porque nos trajeron varios pacientes con enfermedades respiratorias avanzadas que tendrían que haber sido internados de inmediato, pero los teníamos que atender en la guardia sin todos los cuidados que correspondían porque no teníamos camas ni los podíamos derivar porque los demás centros estaban en la misma situación», comentó.
Lo mismo sostuvo Roberto Bernardini, titular del Sanatorio Juan XXIII y presidente de la Federación de Clínicas de Río Negro, quien aseguró que el centro de salud que él dirige está saturado. «Tenemos una demanda muy importante y estamos trabajando al 100 % de la capacidad», dijo. Indicó que la semana de la ola de frío polar los desbordó y fue necesario realizar y recibir derivaciones de otros centros de salud.
Según Infran, el 80% de las consultas recibidas durante las últimas semanas estuvieron vinculadas a enfermedades respiratorias.
ROCA (AR).- Las vacaciones están dando un leve respiro a los centros de salud privados de esta ciudad, que durante las últimas semanas estuvieron saturados de gente que demandaba atención médica por enfermedades respiratorias. No obstante, algunos sanatorios estuvieron trabajando al límite de la capacidad instalada, al punto de verse obligados a derivar pacientes a otros centros por falta de camas.
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